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Las derivas del kirchnerismo han abierto la vía al regreso de las recetas liberales

En Argentina, regímenes temporales y corrupción permanente

jeudi 14 avril 2016   |   Carlos Gabetta
Lecture .

América Latina no ha esperado al monumental escándalo que agita el conjunto del sistema político brasileño para descubrir los daños de la corrupción. Desde hace mucho tiempo, el fenómeno pesa sobre Argentina. Tanto en este ámbito como en los demás, el nuevo presidente Mauricio Macri promete un cambio, que comienza por un importante giro a la derecha.

El pasado octubre, al cabo de tres gobiernos peronistas en versión “kirchnerista” (Néstor Kirchner, 2003-07 ; Cristina Fernández de Kirchner, 2007-11 y 2011-15), los argentinos tornaron a elegir un Gobierno liberal, producto de una alianza del liberal Partido Radical y el nuevo partido liberal “PRO”, del ex alcalde de la ciudad de Buenos Aires, ex presidente del club Boca Juniors y empresario de enorme fortuna familiar, Mauricio Macri. La fórmula “Cambiemos” se impuso en el ballotage [segunda vuelta electoral] al sucesor del “kichnerismo”, Daniel Scioli, por muy estrecha diferencia : el 51,40% de los votos (1).

Cuatro meses más tarde, el problema de la herencia recibida sigue ocupando el centro de la escena. En efecto, el “kirchnerismo” ha puesto al país en la senda de Gobiernos que, como Venezuela, presentan un panorama de grave corrupción y deterioro económico, institucional, político y social. También, como México, se encuentra ahora “penetrado” institucional y económicamente por el narcotráfico. “Argentina pasó de ser un país de tránsito a uno de consumo y producción” (de drogas ilegales), según el Papa Francisco, argentino y peronista (2).

La corrupción política y el narcotráfico han conformado una poderosa trama, de cuyo desmantelamiento dependen la gobernabilidad y el futuro del país. El primer “asunto” con que se topó el nuevo Gobierno fue la fuga de tres narcotraficantes condenados a cadena perpetua por graves crímenes, en pleno día y por la puerta principal, de un ­penal… “de alta seguridad”. Fueron atrapados luego de 15 días de cinematográfica fuga, gozando de evidentes complicidades policiales. El Gobierno descabezó a la cúpula de la Penitenciaría bonaerense, la más corrupta del ­país junto a la policía provincial, aunque las otras fuerzas de seguridad, incluidos los organismos de inteligencia, no escapan a la corrupción.

Uno de los fugados había acusado a Aníbal Fernández, jefe de gabinete de Cristina Kirchner, de estar implicado en el asesinato de tres personajes vinculados al tráfico de efedrina, elemento esencial para la fabricación de la metanfetamina, una de las drogas sintéticas más consumidas del mundo. Cuando Fernández fue ministro de Justicia, entre 2007 y 2009, la importación habitual de efedrina para usos legales creció… un 800%. “Grupos o individuos mexicanos se establecieron en Argentina para adquirir una sustancia prohibida en su país y de venta legal en el nuestro : la efedrina (…). En Argentina, compraban el kilo a 100 dólares. En México, podía llegar a costar 10.000 dólares” (3). Aunque su culpabilidad todavía debe probarse, Fernández tiene sus propios antecedentes : en octubre de 1994, siendo alcalde de la ciudad de Quilmes, escapó de la policía escondido en el baúl de un coche, luego de que un juez ordenase su captura.

En enero de 2011 fueron detenidos en el aeropuerto El Prat de Barcelona los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá y Matías Miret, cuando las autoridades españolas descubrieron 950 kilos de cocaína pura en un jet privado que piloteaban. Los detenidos son hijos de altos oficiales de la Fuerza Aérea. La droga había sido cargada en la base aérea de Morón, Buenos Aires, administrada conjuntamente por la Fuerza Aérea y el Gobierno nacional, según el decreto presidencial 825/2009 publicado en el Boletín Oficial. Importantes cargamentos de drogas provenientes de Argentina fueron también decomisados en puertos de Portugal y Canadá.

Responsabilidades en la corrupción

En diciembre pasado, la justicia condenó al ex Secretario de Transportes Ricardo Jaime y a su sucesor, Juan Schiavi, a 6 y 8 años de prisión respectivamente, por su responsabilidad en la corrupción político-empresaria que en febrero de 2012 provocó una tragedia ferroviaria en el centro de Buenos Aires, con un saldo de 52 muertos y 789 heridos. El fallo de la Justicia solicitó además que se investige si hubo responsabilidad del ex ministro de Planificación kirchnerista, Julio De Vido.

Diversas organizaciones sociales y parientes claman por los numerosos casos de mujeres secuestradas para la “trata” ; la prostitución clandestina. La Justicia busca a más de 700 mujeres ­secuestradas. Otro denominador de la “trata” es el trabajo clandestino, en condiciones de verdadera esclavitud. La Fundación “La Alameda”, vinculada al Papa Francisco, publicó… ¡un mapa ! de talleres clandestinos que funcionan en el barrio “Once” de la ciudad de Buenos Aires, estimados en unos 3.000 en todo el país : “El Mapa del Delito de la comisaría séptima (barrio “Once”) consta de 6 prostíbulos, 9 talleres esclavistas uno de ellos ubicado frente a la propia comisaría, 2 búnkeres narco que funcionan a dos cuadras de la comisaría…” (4).

El fútbol, deporte nacional, es hoy un entramado mafioso de clubes en bancarrota, negocios ilegales, lavado de dinero, narcotráfico y “barras bravas” [equivalente a los ultras del fútbol] impunes que se enfrentan entre sí, cometen numerosos asesinatos y hacen peligrosísima la asistencia a los estadios. Desde que el Gobierno kirchnerista dispuso subsidiar ese entramado –45 millones de pesos diarios (2,6 millones de euros) solo en 2015– el fútbol por TV es gratuito, pero el “negocio” sigue en manos de empresarios de dudosa legalidad y muchos clubes están al borde de la quiebra. Los partidos se juegan solo en presencia de los simpatizantes ­locales, ya que los visitantes tienen la ­en­trada prohibida, para evitar enfrentamientos. En febrero de 2010, un autobús de simpatizantes de Newell’s fue… ¡ametrallado ! en Rosario por una “barra brava”. Un adolescente murió, y las pistas sobre el proveedor de armas de guerra apuntaban… a la policía.

La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner está siendo investigada en unas 50 causas penales, en la mayoría de los casos por defraudación al Estado, incumplimiento de los deberes de funcionario público, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero ; esto último en un complejo hotelero de su propiedad (5). El ex vicepresidente Amado Boudou enfrenta tres procesos, el principal “por los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública” (6). Hasta la legendaria Hebe de Bonafini, fundadora y presidenta de “Madres de Plaza de ­Mayo” devenida ferviente kirchnerista, ­está en la mira de la Justicia. La Fundación que preside, “Sueños compartidos”, dedicada a la construcción de viviendas con dinero suministrado por el Estado, acabó en un escándalo multimillonario de desvío de fondos (7).

La Justicia también investiga el caso del suicidio o asesinato (un año después, nada se sabe), del Fiscal Alberto Nisman, aparecido muerto en su propia casa con un disparo en la nuca, dos días antes de explicar ante la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados su denuncia contra la Presidenta Kirchner y su canciller Héctor Timerman, a los que acusaba de complotarse para dar de baja los pedidos de captura internacional que pesan sobre cinco ex funcionarios iraníes acusados de idear y ejecutar el ataque a la mutual judía AMIA, en 1994, que causó 85 muertos y 300 heridos en el corazón de Buenos Aires. Nisman argumentaba que Argentina firmó un Memorándum secreto con Irán para que una “Comisión de la Verdad” desechara las evidencias judiciales reunidas en la causa AMIA contra Irán y se levantaran los pedidos de captura de Interpol que pesan contra cinco ex funcionarios iraníes, a cambio de reanudar relaciones comerciales. En mayo pasado, la Justicia declaró inconstitucional el Memorándum con Irán. El 30 de diciembre pasado, un fiscal pidió investigar a Timerman, luego de que se revelara una conversación en la que éste reconoce que tenía conocimiento sobre la culpabilidad de Irán en la voladura de la mutual judía. A principios de marzo, el ex agente de inteligencia Jaime Stiuso, que tenía contacto directo con Nisman, declaró que “a Nisman lo mató un grupo relacionado con el Gobierno anterior por la denuncia que hizo contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner” (8). Kirchner podría ser llamada a declarar ante la Justicia por este asunto.

La herencia económica y social que deja el kirchnerismo también es un problema serio. En mayo de 2012 se renacionalizó Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), pero a continuación el país perdió la autonomía energética. Solo en 2013, se importaron 13.000 millones de dólares de petróleo y gas (9). Luego, YPF firmó un contrato con la multinacional Chevron para la explotación de “Vaca Muerta”, un enorme yacimiento en el sur del país. Las cláusulas del acuerdo se mantuvieron “secretas”, hasta que la Corte Suprema de Justicia dictaminó que se hagan públicas. Ante este panorama, el nuevo Gobierno decretó la “emergencia energética” hasta 2017, para “evitar un colapso” en el sector (10). Más de lo mismo con la renacionalización, en 2008, de Aerolíneas Argentinas, que pasó a evidenciar graves problemas de funcionamiento, más una pérdida anual que ronda los 400 millones de dólares.

Tanto YPF como Aerolíneas Argentinas, entre otras, fueron eficaces y excedentarias empresas del Estado durante décadas, hasta que el liberal peronismo “menemista” las privatizó en los años 1990. Renacionalizadas por el nacionalista peronismo kirchnerista, la incompetencia, el clientelismo y la corrupción determinaron que los altos cargos de gestión quedaran a cargo de cuadros políticos sin experiencia –aunque de probada fidelidad política– y que los cargos medios e inferiores se atiborraran de “militantes”. Resultado : caídas de producción y eficiencia ; graves déficits económicos.

Otro ejemplo de demagógica y deshonesta gestión resultó la “Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual” (11), una muy buena ley antimonopólica, en reemplazo de la Ley de Radiodifusión 22.285, instituida en 1980 por la dictadura militar. Fue promulgada en octubre de 2009 por Cristina Fernández de Kirchner, luego de ser votada por amplísima mayoría del Congreso en 2009 y ratificada luego por la Corte Suprema de Justicia. Resumiendo, ya que este tema requiere un artículo aparte, Kirchner hizo de esa buena ley un instrumento político de lucha contra la oposición, a la que asimilaba a medios monopólicos como el grupo “Clarín”, que controla el 40% del mercado. Al mismo tiempo, creaba monopolios mediáticos “kirchneristas”, mediante el aporte de millonarias sumas del presupuesto de Estado. Cristina Fernández de Kirchner no ofreció jamás una conferencia de prensa, pero solo en 2015 se sirvió en 49 ocasiones de la “cadena oficial”, un recurso presidencial para “situaciones extremas”, que obliga a todos los medios a interrumpir sus emisiones. Por el momento, Macri se ha limitado a intervenir el organismo de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) –también implicado en asuntos de clientelismo y corrupción– y a anunciar que modificará la Ley 26.522, con el probable apoyo del peronismo disidente y de la izquierda.

En cuanto a la política de “pleno empleo” del kirchnerismo, se trató en realidad de “engordar” al Estado : el número de empleados estatales, ya enorme, pasó de 2.300.000 en 2003 a casi 4 millones en la actualidad. Por ejemplo, la biblioteca del Congreso Nacional aumentó un 38% su personal en los últimos 4 años, llegando a los 1.558 “trabajadores”… Su personal supera al de las principales bibliotecas del mundo, a pesar de que su colección es 147 veces más pequeña.

La explicación de este desmadre, que se reitera en casi todas las dependencias del Estado, es que casi todos los Gobiernos argentinos, incluyendo las dictaduras, se han servido históricamente del Estado para practicar el nepotismo y el clientelismo, otorgando puestos públicos a cambio de fidelidad política y “devoluciones” en dinero, lo que ha hecho que la Administración pública esté sobredimensionada. El kirchnerismo llevó esta costumbre al paroxismo. La ley argentina determina que los cargos en el Estado deben hacerse por concurso de mérito, pero desde hace dos décadas la gran mayoría de los empleados públicos no ha pasado por ellos, incluyendo la educación pública.

Esto ha reabierto en Argentina el debate Estado “grande” o “pequeño”, un problema mal planteado, ya que no se trata de una cuestión de tamaño, sino de eficiencia y transparencia. Los países nórdicos tienen Estados grandes, que ofrecen excelentes servicios públicos. Venezuela tiene un Estado de tamaño similar, pero sus servicios son claramente deficientes. Y existen Estados pequeños, como el de México, con graves problemas en la provisión de servicios. Argentina está claramente ubicada en el rango “Estados grandes y deficientes”, con el agregado de una alta corrupción. A principios de febrero, al cabo de una auditoría, las nuevas autoridades del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados (PAMI) denunciaron que, al menos desde 2013, el PAMI suministraba medicamentos por 500 millones de pesos anuales a 7.500 jubilados… ya fallecidos. Un médico del PAMI había firmado ¡39.000 recetas en un año ! Y así por el estilo en todos los estamentos del Estado. Con las variantes del caso, los Gobiernos populistas latinoamericanos como el peronismo argentino, ofrecen un “discurso” de izquierdas, pero practican la demagogia, el autoritarismo, el clientelismo y la corrupción. Así, no hacen más que arrimar agua al molino de las derechas enemigas de un Estado fuerte, eficiente y transparente al servicio de los ciudadanos.

En cuanto a la economía, entre 2003 y 2015 Argentina creció a un razonable promedio del 3,4% anual, pero se encuentra en recesión desde finales de 2011 ; las reservas del Banco Central están casi exhaustas ; el déficit fiscal oscila entre el 5 y el 7% y la inflación entre el 15 y el 27% anual o más, según las fuentes (12). En los últimos 10 años, redondeó el 700%... Respecto a los índices de pobreza, principal dato social para evaluar la gestión del kirchnerismo, el porcentaje de hogares pobres (tasas de indigencia), pasó del 4,7% en 2010, al 17,8% en 2013. El número de personas pobres pasó entre las mismas fechas del 7,3% al 27,5%, según un informe de la Universidad Católica Argentina.

Vuelven los “fondos buitre”

El 1 de marzo, al inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso, Macri hizo un detalle descarnado de la situación. Pero aunque responsabilizó al Gobierno anterior, aportando datos y cifras, puso el acento en propuestas de “colaboración democrática”, obviamente dirigidas a la oposición no kirchnerista.

Ocurre que, para gobernar, Macri depende tanto de sus aliados radicales como del peronismo no “kirchnerista” y de la izquierda, ya que no tiene mayoría en el Congreso y, aunque gobierna la Nación y 6 provincias –entre ellas la Capital Federal y la de Buenos Aires, que concentran casi el 40% de la población y del PIB nacional– en las otras 17 gobierna la oposición. En los próximos días y meses, el Gobierno debe obtener la aprobación del Congreso en asuntos como la negociación de la deuda con los “fondos buitre” ; el levantamiento del “cerco” al import-export ; el presupuesto nacional, la nueva Ley de Medios y asuntos por el estilo. El futuro dirá, pero esta relación de fuerzas determina que aunque el Gobierno de Macri ha tomado medidas macroeconómicas de corte liberal –que le han valido los plácemes de la banca internacional y del FMI, por boca de Christine Lagarde (13)– no ha anulado de momento algunas subvenciones a los sectores de ­menores ingresos (Asignaciones Familiares), e incluso ha anunciado que las expandirá. También, luego de disponer grandes aumentos (entre el 300 y el 700%) al precio de la energía a los hogares (hasta ahora subvencionada), anunció que quedarán exentos los jubilados que cobren el haber mínimo y los sectores de bajos ingresos. Relación de fuerzas política obliga : anular las subvenciones y beneficios sociales, a la manera liberal, sería muy mal recibido por la oposición peronista y de izquierdas y, sobre todo, por la opinión pública.

Pero en lo que puede, procede de manera muy acorde con sus principios. A comenzar por las designaciones de altos ejecutivos de empresas, incluso internacionales, en todos los puestos del Ejecutivo –con excepción del Ministro en Ciencia y Tecnología del kirchnerismo, Lino Barañao, de excelente gestión, a quien mantuvo en su cargo– y a la anulación de los contratos de miles de empleados públicos. Esto último necesario, considerando el disparatado “engorde” del Estado, pero ejecutado de manera brutal y sin el examen, el plan alternativo y la transparencia que esas medidas requieren.

Macri participó en enero en la Conferencia de Davos (Argentina estuvo ausente 12 años), donde fue recibido como una estrella emergente y se reunió con Jefes de Estado (entre ellos David Cameron) y grandes empresarios. En política exterior, se orientó rápidamente a reanudar lazos estrechos con Estados Unidos y la Unión Europea. Tanto, que ya visitaron Argentina el Primer Ministro italiano Matteo Renzi y el Presidente francés François Hollande. El pasado 24 de marzo realizó una visita oficial el mismísimo Barack Obama. No obstante, pragmatismo obliga, se mantendrán las excelentes actuales relaciones con China, Rusia y otros paí­ses. El 21 de enero, en Paraguay, durante la Cumbre del Mercosur, Macri atacó duramente al Gobierno venezolano : “no puede haber lugar para la persecusión política”, dijo, aunque también llamó a luchar en forma conjunta contra la pobreza y el narcotráfico ; calificó de “paso adelante” que el Gobierno de Nicolás Maduro haya aceptado la derrota y pidió “prudencia a la oposición venezolana tras los comicios”.

Macri corteja a la oposición, en particular a los aspirantes a dirigir al peronismo, que el próximo 8 de mayo debe renovar autoridades en elecciones internas. Esta política “abierta” le está dando buenos resultados, al menos por ahora. Por ejemplo, logró que el peronismo no kirchnerista aprobara el presupuesto 2016 para la provincia de Buenos Aires.

En materia económica, el Gobierno tomó algunas medidas urgentes de inspiración liberal, como el levantamiento del “cepo” a las importaciones y una devaluación del orden del 30%, para equilibrar la diferencia entre el dólar oficial y el “paralelo”. Los inversores externos reaccionaron positivamente (se esperan entre 15.000 y 25.000 millones de ingreso de divisas en los próximos meses, en particular de origen chino), y los exportadores argentinos prometieron repatriar diariamente 400 millones de sus dólares retenidos en el exterior. La más cuestionada de las medidas del nuevo Gobierno ha sido la decisión de eliminar las retenciones a las exportaciones mineras. Esto enfureció a las organizaciones provinciales y nacionales que se oponen a la explotación y concesiones mineras, sobre todo a causa de la grave contaminación que provocan. En nueve años de lucha, las organizaciones y el pueblo de Famatina (provincia de La Rioja, Argentina), consiguieron la expulsión de cuatro grandes compañías. Pero Argentina es la sexta reserva mundial minera, el nuevo Gobierno es liberal y las 16 provincias mineras están casi todas gobernadas por la oposición peronista. Las provincias dependen del presupuesto nacional y el peronismo, en plena crisis de recomposición, da signos evidentes de estar dispuesto a negociar.

La eterna inflación

Cualquiera que resulte la orientación futura del Gobierno –centro-­derecha “a la social-cristiana” o neoliberalismo tout court, según las alianzas que concrete– la brutal caída del precio de las materias primas y la situación económica mundial, donde las políticas liberales vienen fracasando, no auguran nada bueno. A esto deben sumarse las preocupantes crisis de Brasil y China, principales socios comerciales, inversores y financieros de Argentina.

Pero en lo inmediato, el principal problema del Gobierno es la inflación, que en una sociedad acostumbrada a los brutales vaivenes de la economía y la política, volvió a dispararse “preventivamente” antes de que asumiese el nuevo Gobierno : el 4% en diciembre. En enero, rondó el 3%, lo que augura un índice altísimo para todo el año. Este dato hace más complejas las “paritarias” (negociaciones salariales entre el Gobierno y las centrales obreras), que ya han comenzado. En marzo, el año escolar no pudo iniciarse en ocho provincias, ya que los maestros se declararon en huelga. El plan del Gobierno sería encauzar los aumentos salariales por debajo del 30%, a cambio de la reformulación integral del impuesto a las ganancias –que grava fuertemente a los salarios medios- ; una disminución del IVA (altísimo en Argentina : el 21%) para los productos de la “canasta básica” ; la subida y universalización de las asignaciones familiares y la distribución de un fondo multimillonario para las obras sociales sindicales. Respecto a esto último, “política obliga” : esos ingresos haría más “flexible” a la mayoría de los sindicalistas en la negociación salarial…

Mauricio Macri ha prometido “una lucha implacable contra la ineficiencia y la corrupción” y “pobreza cero” en el mediano plazo. La herencia recibida, los primeros acontecimientos de su Gobierno y la situación política y social indican claramente que una cosa no irá sin la otra.  

 

NOTAS :

(1) En la primera vuelta, el 25 de octubre, Scioli obtuvo el 36,7% de los votos frente al 34,5% de Macri.

(2) El Litoral, Santa Fe, 10 de marzo de 2015.

(3) Emilia Delfino, “Las cifras que el Gobierno esconde sobre la efedrina”, Perfil, Buenos Aires, 4 de mayo de 2012.

(4) “El mapa de los narcos, prostíbulos y talleres de Once”, https://laalameda.wordpress.com/2015/12/ 14/el-mapa-de-los-narcos-prostibulos-y-talleres-de-once/

(5) “Stolbizer pide la indagatoria de Cristina y Máximo Kirchner en la causa Hotesur”, La Nación, Buenos Aires, 25 de diciembre de 2015.

(6) “Adelante : Confirman el procesamiento de Boudou por el caso Ciccone y va a juicio oral”, Clarín, Buenos Aires, 25 de junio de 2015.

(7) “Condenan a la Fundación Madres de Plaza de Mayo a pagar 33 millones de pesos por contratos incumplidos”, La Nación, 12 de diciembre de 2015.

(8) “Las declaraciones más impactantes del exespía Stiuso”, Perfil, 1 de marzo de 2016.

(9) Véase José Natanson, “Y Buenos Aires reencontró petróleo”, Le Monde diplomatique en español, julio de 2012.

(10) Ambito.com, 15 de diciembre de 2015.

(11) Véase Renaud Lambert, “En América Latina, los gobiernos se enfrentan a los patronos de la prensa”, Le Monde diplomatique en español, diciembre de 2012.

(12) Como la muy neutra Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

(13) Véase Mark Weisbrot, “Fracaso de los fondos buitre en Argentina”, Le Monde diplomatique en español, octubre de 2014.





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