En américa latina como en todas partes: el horror. El 7 de octubre de 2023, combatientes de Hamás, la facción islamista de la resistencia palestina, rompieron las vallas de la atroz prisión al aire libre que es la Franja de Gaza y se infiltraron en el sur de Israel. Su ofensiva se saldó con la muerte de 1.163 israelíes, entre ellos 767 civiles [1], y el secuestro de 245 rehenes (según cifras de la Corte Penal Internacional, CPI). En represalia, en nombre de una política que desde hacía tiempo tenía un carácter mesiánico, el gobierno de Benjamin Netanyahu emprendió lo que pronto se convertiría en la masacre de la población palestina de Gaza.
Al sur del Río Grande, en la frontera entre Estados Unidos y México, las primeras reacciones se mostraron unánimes en un punto: numerosas atrocidades acompañaron la operación militar de Hamás. El Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva condena "los atentados terroristas contra civiles". Uruguay, Argentina, Paraguay (único país de la región que definió a Hamás como "organización terrorista"), Costa Rica, Guatemala, Panamá, El Salvador y Ecuador, gobernados por la derecha, vuelven a los mismos planteamientos expresados durante la guerra de Ucrania: alineados sistemáticamente con la posición de Estados Unidos (a excepción de El Salvador, a veces enfrentado a Washington), condenan la "barbarie" de Hamás y apoyan incondicionalmente a Israel.
Como "pro-Netanyahu químicamente puro" destaca especialmente el presidente argentino Javier Milei. Inmediatamente después de su elección, su primer viaje en avión privado, financiado por el hombre al que va a nombrar embajador en Estados Unidos, el magnate judío Gerardo Werthein, propietario de uno de los mayores holdings del país, lo llevó a Nueva York, donde presentó sus respetos ante la tumba del rabino Loubavitch, fundador de una secta económicamente poderosa del judaísmo ultraconservador. Inmediatamente después, Milei voló a Israel donde, rodeado de rabinos ortodoxos, se lo vio sollozar ostentosamente ante el Muro de las Lamentaciones. Al anunciar que reconocería Jerusalén como capital del Estado de Israel, este católico, más o menos convertido al judaísmo, bajo la influencia de Eduardo Elsztain (propietario de Cresud, del grupo inmobiliario IRSA, de Shoppings porteños, del Banco Hipotecario y de un millón de hectáreas de tierra), rompió con la tradición argentina de no alineamiento en los conflictos de Oriente Próximo.
Cabe señalar de paso que, considerado de centroizquierda y aún en el poder el 7 de octubre de 2023, el predecesor del "libertario", Alberto Fernández, también apoyó sin reservas a Israel y anunció el envío de ayuda humanitaria a ese país. En Argentina, que cuenta con la mayor comunidad judía de América Latina, era difícil ignorar el peso de este electorado en vísperas de las elecciones presidenciales (que, sin embargo, ganó Milei).
El 18 de octubre, cuando presidía el Consejo de Seguridad de la ONU, compuesto por 15 miembros, Brasil presentó una resolución en la que pedía "una pausa humanitaria" entre los beligerantes. El texto, que instaba a "todas las partes a cumplir plenamente sus obligaciones en virtud del derecho internacional, en particular el derecho internacional de los derechos humanos, incluso en la conducción de las hostilidades", fue rechazado por el veto de Estados Unidos.
Reiterando su apoyo a una solución de "dos Estados", Brasilia se encuentra desde entonces acompañada a la izquierda (y entre otros) por México y Colombia, pero también a la derecha por Ecuador y Perú. Una posición apoyada también en Chile por Gabriel Boric, mordaz con Hamás pero también muy crítica con las acciones de Tsahal (el ejército israelí). Junto con el mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Boric pide a la CPI que investigue "los crímenes israelíes contra civiles en la Franja de Gaza". Es cierto que, para él, el problema es el mismo que en Argentina, pero a la inversa: con unas 350.000 a 400.000 personas, Chile alberga la mayor comunidad palestina fuera de Oriente Próximo.
Desde un principio, los cuatro principales países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) -Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia- ubicaron el trágico episodio en su verdadero contexto: no se trataba de una guerra "entre Hamás e Israel", que habría estallado repentinamente el 7 de octubre, como insistían los "editorialistas" de todas partes para manipular a la opinión pública. En una alocución televisada, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, declara: "No estamos de acuerdo con algunas imágenes de los hechos violentos que se han producido, pero hay que ver de dónde viene todo: del asedio a Gaza, que es permanente; de los bombardeos a Gaza, que son permanentes; del apartheid que existe en Gaza, que es permanente".
Sin respaldar tampoco los abusos cometidos en el atentado de Hamás, pero sin utilizar las palabras "terrorismo" o "terroristas", de uso obligado en París para evitar la comparecencia ante un juez y escapar a la muy mediatica Inquisición, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba subraya que los hechos son "consecuencia de 75 años de violación permanente de los derechos inalienables del pueblo palestino y de la política agresiva y expansionista de Israel". He aquí un resumen de lo que todo el mundo debería saber si el conformismo imperante no hubiera suplantado definitivamente a la información: desde 1948 hasta 2023, 247 resoluciones del Consejo de Seguridad, teóricamente de cumplimiento inmediato, fueron violadas por... "el único Estado democrático" (segun la fórmula establecida) de Oriente Próximo [2].
Apenas la contraofensiva militar contra Gaza reveló su verdadera naturaleza, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel advirtió: "La historia no perdonará la indiferencia". En efecto, mientras bombarderos, artillería pesada, tanques, morteros y ametralladoras de todo tipo se ensañan contra la población palestina, y mientras los dirigentes "occidentales" se niegan a adoptar una postura firme contra el salvajismo, es la izquierda latinoamericana la que va a mostrar el camino.
Considerando "inaceptable" el veto de Washington a la resolución propuesta por Brasil al Consejo de Seguridad, la representante de México ante Naciones Unidas, Alicia Buenrostro, alza la voz: los ataques indiscriminados de Israel contra civiles "podrían constituir crímenes de guerra". Chile, Colombia y Honduras llaman a consultas a sus embajadores. En términos diplomáticos, una medida así es una fuerte señal de descontento.
Ocho mil quinientas personas ya habían muerto cuando, el 11 de noviembre de 2023, el gobierno boliviano de Luis Arce fue más allá y rompió todas las relaciones con Tel Aviv. En definitiva, no era más que una vuelta a la situación anterior al golpe de Estado que derrocó a Evo Morales en noviembre de 2019. Cuando estaba en el poder, Morales ya había expulsado al embajador israelí y retirado al suyo a principios de 2009 en respuesta al carácter desproporcionado de la Operación Plomo Fundido (13 israelíes y 1.400 palestinos muertos). En 2014, en el contexto de la Operación "Borde Protector", el mismo Morales declaró que consideraba a Israel "un Estado terrorista". Las relaciones solo se restablecieron con la breve dictadura de Janine Áñez, presidenta de facto del 12 de noviembre de 2019 al 7 de noviembre de 2020.
Treinta mil muertos, según Hamás, el 18 de febrero de 2024... En la cumbre de la Unión Africana en Addis Abeba, Lula, el primer presidente brasileño que visitó Israel y los territorios ocupados en marzo de 2010, va directo al grano : "Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza no es una guerra, es un genocidio... Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza con el pueblo palestino no ha ocurrido en ningún otro momento de la historia. De hecho, ya ocurrió: cuando Hitler decidió matar a los judíos". Mientras Washington y sus satélites suspenden su ayuda a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en Gaza (UNRWA), acusada de connivencia con los "terroristas" de Hamás en base a unos casos aislados, Brasil anuncia que aumenta su contribución. Como consecuencia, Lula es declarado persona non grata en Israel. En febrero de 2016, bajo la presidencia de Dilma Rousseff, Brasil habia sido tildado de "enano diplomático" por Tel Aviv por negarse a aceptar como embajador a Dani Dayan, uno de los impulsores de la colonización de Cisjordania.
Lula recibe inmediatamente el apoyo de los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y Bolivia, Arce, que a su vez usan la palabra "genocidio" y apoyan la demanda de Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Pretoria acusa a Israel de violar sus obligaciones en virtud de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de este crimen aboluto. Con consecuencias nada menores: como principal proveedor, junto con Estados Unidos, de las fuerzas de seguridad colombianas, Tel Aviv suspende todos sus contratos de defensa con Bogotá.
Después de algunos intercambios particularmente acalorados, Petro anunca el 1 de mayo de 2024 que no sólo responde a Tel Aviv suspendiendo la compra de armas fabricadas por Israel -lo que provoca indignación y furia entre la derecha militar colombiana, que ya esta viento en popa contra él- sino que su país también rompe relaciones diplomáticas con los verdugos de la población de Gaza y los territorios ocupados. Como era de esperar, su posición es recibida con acusaciones de antisemitismo, negacionismo del Holocausto y, como en el caso de sus homólogos de la izquierda continental (y de otros lugares), connivencia con el "yihadismo". Tan deshonesto como absurdo: ninguno de ellos ataca a la comunidad judía ni cuestiona siquiera la existencia de Israel. A menudo acusado de radicalismo a ultranza, el propio presidente nicaragüense Daniel Ortega emitió, al día siguiente del 7 de octubre, una declaración en la que expresaba la solidaridad de su país "con las víctimas y las familias inocentes" de Israel, antes de añadir: "Los pueblos palestino e israelí tienen derecho a vivir en seguridad y en paz".
Antisemitismo, real y no imaginario...
Nadie olvida que, tras la Segunda Guerra Mundial, Brasil, Argentina, Chile y Paraguay albergaron a criminales de guerra nazis. Josef Mengele en Paraguay, Adolf Eichmann en Argentina, Klaus Barbie en Bolivia, por citar sólo algunos. Sin embargo, en 1947, trece de los treinta y tres votos a favor del "plan de partición" de la ONU [3] procedieron de América Latina. Una vez creada la entidad sionista, y aunque adoptaran posiciones relativamente neutrales respecto al primer conflicto árabe-israelí, casi todas las naciones del continente reconocieron al nuevo Estado [4]. Con una notable excepción: Colombia. Esto es particularmente significativo en un momento en el que el término "antisemitismo" se está asociando al nombre de Petro.
Si tal discriminación existió, fue precisamente en esa época, bajo el gobierno de la oligarquía. Con el advenimiento del Tercer Reich, los países del Cono Sur, cualquiera que fuera su color ideológico, acogieron entre 25.000 y 45.000 refugiados judíos. En 1939, tras la Noche de los Cristales, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Colombia emitió una circular en la que afirmaba: "Es necesario que los cónsules, dentro de su jurisdicción, pongan todos los obstáculos humanamente posibles a la expedición de nuevos pasaportes a personas judías". En septiembre, el decreto 1723 prohibió los visados a los judíos de cualquier nacionalidad, incluso a los que estuvieran en tránsito. Si bien el canciller "liberal" Luis López de Mesa pretende fomentar la inmigración europea para "mejorar la raza colombiana", esto se hará con excepción de los judíos, que tienen "una orientación parasitaria de la vida" y "costumbres invertebradas de asimilar la riqueza mediante el intercambio, la usura, el trueque y el engaño [5]".
Como consecuencia del racismo puro y duro de los dos partidos tradicionales, el Liberal y el Conservador (admiradores, en su caso, de la Falange Española y de la Alemania nazi), sólo 6.000 judíos consiguieron entrar en Colombia hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
Al mismo tiempo (1939), en Santiago, el Secretario General del Partido Socialista, Salvador Allende, intercedía ante el Presidente de la República, Pedro Aguirre Cerda, para que se acogiera en Chile a los refugiados judíos alemanes que llegaban sin visado a las costas americanas.
Colombia se abstuvo en la votación sobre el plan de partición en 1947 y sobre la creación del Estado de Israel en 1949. Las relaciones diplomáticas no se establecieron hasta abril de 1957. Fue necesaria la nacionalización del Canal de Suez por Gamal Abdel Nasser, la invasión de Egipto por Israel y sus aliados imperialistas franceses y británicos en octubre de 1956, y luego, al final de una guerra relámpago que terminó en un fiasco para los atacantes, un llamado de la ONU para crear una fuerza de interposición entre Israel y Egipto. Mucho antes de que Israel se implantara en América Latina, Colombia surgió en el corazón de Oriente Próximo. El 10 de noviembre de 1956, un pelotón de sus militares, cada uno con un casco azul ( los primeros de la historia), entró en la Franja de Gaza, donde permaneció hasta el 13 de mayo de 1958.
A petición de la ONU nuevamente en 1982, Bogotá envió quinientos hombres de su Batallón Colombia No. 3 al Sinaí donde, junto con contingentes de otras doce naciones, aún protegen las instalaciones de la Fuerza Multinacional de Observación y Paz (MFO) encargada de verificar el cumplimiento del tratado de paz entre Israel y Egipto [6].
Mientras tanto, como veremos, con el alineamiento incondicional con Washington como brújula, las relaciones entre Bogotá y Tel Aviv han cambiado por completo.
Judíos y "Árabes" en el Nuevo Mundo
Según las estimaciones, en América Latina viven entre 500.000 y 750.000 judíos, la mayoría de ellos, 230.000, en Argentina (tercera comunidad del continente después de Estados Unidos y Canadá) y Brasil. En México viven unos 50.000 judíos, la mayoría en Ciudad de México. Pocos de ellos han ocupado el poder al más alto nivel, con la excepción, "por herencia familiar", del presidente peruano (de derechas) Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), nacido en Lima de madre protestante francesa y padre judío-alemán que huyó del ascenso del nazismo; el venezolano (de izquierda) Nicolás Maduro Moros, cuyos abuelos materno y paterno, judíos sefardíes llegados de Holanda a través de la isla de Curazao, se convirtieron al catolicismo en el continente americano; y, más recientemente, la ex alcaldesa de Ciudad de México Claudia Sheinbaum, elegida Presidenta de México el 2 de junio de 2024 por el Movimiento de Renovación Nacional (Morena; izquierda): Todos judíos, sus abuelos procedían de Lituania y, por parte de madre, abandonaron Bulgaria durante la Segunda Guerra Mundial.
Entonces como ahora, esta diáspora heterogénea incluye tanto financieros, banqueros y grandes comerciantes, como intelectuales, artesanos, comerciantes, empleados y obreros, con o sin cualificación. Judíos ortodoxos, liberales, laicistas (como Sheinbaum) o incluso ateos, conservadores, socialistas o anarquistas, están presentes en todo el espectro de opiniones políticas (lo que no es el caso de las asociaciones, generalmente conservadoras y muy proisraelíes, que son supuestamente sus representantes) [7].
En febrero de 2019, bajo la presidencia del líder ultraderechista Jair Bolsonaro, visto tres años antes en compañía de Netanyahu frente al Muro de las Lamentaciones, el asertivo prosionista Davi Alcolumbre se convertirá en la primera personalidad judía en sentarse al frente del Senado brasileño. « Estamos muy orgullosos de tener a un estupendo judío y amigo de Israel como presidente de esta cámara legislativa", reacciona entonces el embajador israelí Yossi Shelley en las redes sociales. En nombre del pueblo y del gobierno de Israel, le deseo Hatzlacha y Mazel Tov [éxito y buena suerte]. »
Geográficamente no muy lejos de aquí, y según el fallecido rabino Marshall T. Meyer, miembro de la Comisión Nacional por los Desaparecidos (Conadep) creada en Argentina el 15 de diciembre de 1983, tres mil miembros de la comunidad judía -profesores universitarios, estudiantes, empresarios, artistas, escritores y periodistas de izquierda- figuran entre los treinta mil muertos y desaparecidos durante la dictadura (1976-1983).
La cifra más citada calcula en 18 millones el número de latinoamericanos de origen "árabe", es decir, descendientes de las oleadas de emigrantes sirios, libaneses o palestinos que llegaron entre finales del siglo XIX y principios del XX [8]. Entre ellos, entre 600.000 y un millón de palestinos. Superados ampliamente por los libaneses: ¡15,4 millones de personas [9]! Ambos tienen una fuerte presencia en la vida política: Carlos Menem, presidente argentino (1989-1999), de origen sirio-libanés (pero que nombró ministro de Medio Ambiente a Sergio Bergman, un rabino que nunca renunció a su kipa); el colombiano Julio César Turbay (1978-1982), de la comunidad libanesa, como el ecuatoriano Abdalá Bucaram (1996-1997), el brasileño Michel Temer, sucesor de Dilma Rousseff (2016-2018) ; Entre los descendientes de migrantes palestinos se encuentran el jefe de Estado hondureño Carlos Flores Facussé (1998-2002), su homólogo salvadoreño Antonio Saca (2004-2009) y, de nuevo en El Salvador, el autoritario Nayib Bukele. Este último, recordando sus orígenes, condenó a Hamás y distinguió "la causa palestina" de las acciones de este "grupo terrorista", describiendo a sus miembros como "bestias salvajes" y "animales".
Más allá de esta figura turbulenta, criticada regularmente por su política hiperrepresiva, no existe un perfil típico. Entre ellos, la mayoría convertidos al catolicismo, se encuentran uno de los hombres más ricos del mundo, el mexicano Carlos Slim; miembros de la oligarquía hondureña conocidos con el nombre peyorativo de "turcos" (familias Facussé, Larach, Canahuati, Nasser, Kafie, Atala, etc.), directamente implicados en el golpe de Estado de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya (junto con las poderosas familias judías Goldstein y Rosenthal); uno de los líderes históricos de la guerrilla marxista salvadoreña de los años ochenta, Shafik Hándal; un gran número de comerciantes (grandes y pequeños); los futbolistas del club Deportivo Palestino, fundado en los suburbios de Santiago (Chile) en 1920; masas de ciudadanos "de a pie" y personalidades admiradas (el actor argentino Ricardo Darín), incluso adoradas (la cantante colombiana Shakira).
Sin ser decisiva, la existencia de estos diversos grupos humanos ha fomentado un interés particular por Oriente Próximo entre los "latinos".
- Tegucigalpa, après le coup d’État contre Manuel Zelaya : « Nous ne voulons plus de Turcos » ; FNPR (Front national de résistance populaire).
El Estado palestino
El 15 de noviembre de 1988, en Argel, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), mediante la voceria de Yasser Arafat, proclamó la creación del Estado palestino sobre la base de la Resolución 181 (1947) de la ONU. Esto fue reconocido inmediatamente por los gobiernos revolucionarios de Cuba (Fidel Castro) y Nicaragua (Daniel Ortega). La Habana había roto relaciones con Israel en 1973, durante la guerra del Yom Kippur, y Arafat realizó una visita oficial a la isla en 1974. Desde 1978, la OLP tiene una representación diplomática en Cuba. En 1975 se abrió otra en Brasil, a la que seguirían otras dos, primero en 1982 en Bolivia (bajo la presidencia del izquierdista Hernán Siles Zuazo, encarnación del retorno a la democracia), y luego en 1992 en Chile (gobernado por el democristiano Patricio Aylwin, primer jefe de Estado tras la dictadura de Augusto Pinochet).
- Le 18 juin 1959, à l’invitation du président égyptien Gamal Abdel-Nasser, Che Guevara visite les camps de réfugiés palestiniens de Gaza et utilise le mot « résistance » en évoquant la suite des événements.
Al principio, eso fue todo. Bajo la batuta de los orquestadores de la Casa Blanca y del Departamento de Estado, los gobiernos de América Latina se situaron en general en la órbita de Tel Aviv. Por poner sólo un ejemplo, en diciembre de 1991, en la ONU, todos los países de la región, excepto Cuba, votaron en contra de la resolución 3379 que definía el sionismo como "una forma de racismo y discriminación racial" (adoptada en noviembre de 1975 y revocada en aquella ocasión).
No fue hasta 2008 cuando una nueva nación se unió a las dos precursoras: Costa Rica. El socialdemócrata Óscar Arias, galardonado (con razón o sin ella) con el Premio Nobel de la Paz por su papel de "mediador" en los conflictos armados de Centroamérica (El Salvador, Nicaragua y Guatemala) durante su primer mandato (1986-1990), abogaba desde hacía tiempo por una solución de dos Estados, incluida una Palestina "desmilitarizada". Reelegido en 2006, decidió dos años más tarde trasladar su embajada de Jerusalén a Tel Aviv, "para corregir un error histórico" incompatible con las resoluciones de Naciones Unidas, y después, con el objetivo de poner fin a un "doble rasero", reconoció el Estado palestino.
La Venezuela de Hugo Chávez siguió su ejemplo un año después, pero por motivos diferentes. Desde el 27 de diciembre de 2008, la Operación Plomo Fundido, lanzada por el ejército israelí contra Gaza, ha dejado ya más de 1.000 muertos y 4.500 heridos, entre ellos, como hoy, muchos niños, mujeres y ancianos. Chávez se indigna, habla de política "genocida", considera que la masacre era competencia de la CPI y, tras romper relaciones diplomáticas con Israel el 6 de enero de 2009 (seguido al día siguiente por Evo Morales en Bolivia), reconoce el Estado palestino en abril siguiente. Con el sandinista Daniel Ortega de nuevo en el poder tras dieciséis años de túnel neoliberal, durante los cuales la derecha reanudó las relaciones con Tel Aviv, Nicaragua volvió a suspender todos los lazos en febrero de 2010, para condenar el ataque a la Flotilla de la Libertad, un convoy de ayuda humanitaria que se dirigía a la Franja de Gaza.
No todos los países avanzan al mismo ritmo, pero la llegada al poder de gobiernos de izquierda a principios y mediados de la década de 2000 ha puesto la pelota en movimiento. Tras la República Dominicana en 2009 y, sobre todo, Brasil en 2010, Argentina, Bolivia, Ecuador, Guyana, Uruguay, Paraguay, Chile, Surinam y Perú reconocen ahora a Palestina como Estado independiente. En 2010 y 2011, respectivamente, Lula y el presidente dominicano Leonel Fernández realizaron visitas históricas a Israel y a los territorios ocupados. Para Lula, en aquel momento, "la construcción de asentamientos debe detenerse porque la estabilidad de la región es importante para todos". El conservador chileno Sebastián Piñera le seguirá en 2019, y entretanto Argentina, Uruguay y Ecuador han abierto embajadas en Ramala.
En julio de 2014, la mayoría de los países latinoamericanos condenan enérgicamente los bombardeos del ejército israelí sobre la Franja de Gaza -la Operación Borde Protector (más de 2.251 muertos, la mayoría civiles)- y piden un alto el fuego inmediato.
Además de Panamá, pronto los únicos que se quedan atrás son México y, como de costumbre... Colombia, dos países cuya política exterior sigue dependiendo en gran medida de Estados Unidos. No fue hasta el 3 de agosto de 2018 cuando el presidente Juan Manuel Santos, exministro de Defensa (con Álvaro Uribe), estrechamente vinculado a la industria militar israelí y amigo de Netanyahu, dio el paso. Con la distinción de acoger a un embajador palestino y tener también representación en Ramala, México no seguirá la tendencia general sino hasta el 2 de junio de 2023, bajo AMLO. Tras distinguirse a finales de 2012 por ser el único Estado de la región que votó en contra de que Palestina obtuviera el estatus de "Estado observador no miembro" en las Naciones Unidas (con la abstención de Paraguay, Colombia y Guatemala), Panamá se ha mantenido como la única nación continental que se une (por poco tiempo aún, al parecer) a Estados Unidos y Canadá en no reconocer al Estado palestino [10].
Realpolitik
Esta evolución no significa que todos se unan incondicionalmente a la causa palestina, lejos de ello. Firmado el 18 de diciembre de 2007 en Montevideo, el Tratado de Libre Comercio entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) e Israel aún no ha sido cuestionado - tres de las naciones de esta organización, Uruguay, Paraguay y sobre todo la Argentina de Milei, apoyan incondicionalmente al Estado impropiamente llamado "hebreo" (el 20% de su población está compuesta por palestinos musulmanes o cristianos) [11].
Israel también ha obtenido el estatus de observador en la Alianza del Pacífico -México, Colombia, Perú y Chile-, una nueva zona de libre comercio creada en 2011 para contrarrestar los modelos de integración ideológicamente distintos propugnados durante la ola "rosa-roja" por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), liderada por Venezuela, o incluso Mercosur, bajo la influencia de Brasil.
En septiembre de 2017, primer jefe de Gobierno israelí en visitar América Latina, Netanyahu pone a prueba in vivo la popularidad de su país en Argentina, con Mauricio Macri y el presidente paraguayo Horacio Cartes, y luego en Colombia (Juan Manuel Santos) y México (Enrique Peña Nieto), con la firma de una serie de acuerdos de cooperación en ámbitos tan diversos como el comercio, la seguridad, el desarrollo agrícola, la tecnología, la medicina o la gestión del agua. Pocos días después, y desde Jerusalén, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, no dudó en afirmar: "Israel es uno de nuestros principales socios en el fortalecimiento de la democracia.
El 24 de diciembre, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, anuncia su intención de emular a Donald Trump trasladando su embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
En enero de 2020, al tiempo que abogaba por la existencia de "dos Estados", el jefe de Estado argentino, Alberto Fernández, se sumó al coro durante un viaje que causó polémica en su propio bando, calificando de "muy agradable" el almuerzo compartido con Netanyahu e instando a profundizar el acuerdo Israel-Mercosur, "no explotado adecuadamente" hasta entonces. Finalmente, en agosto de 2020, la relación Tel Aviv-Bogotá alcanzó su apogeo con la firma de un acuerdo de libre comercio "de última generación". Al igual que su predecesor de 2013, este acuerdo no excluye a las empresas situadas en los territorios ocupados, a diferencia del (teórico) acuerdo entre Israel y la Unión Europea (UE).
Sin embargo, a pesar de este tropismo declarado, la economía y la geopolítica tienen imperativos que ni siquiera los gobiernos considerados próximos a Washington pueden ignorar. Aparte de los sectores vinculados a la "seguridad", el comercio bilateral entre Israel y América Latina es, en conjunto, bastante marginal. Por ello, y desde la primera Cumbre Árabe-Latinoamericana (ASPA), celebrada en 2005 por iniciativa de Lula, las naciones "latinas" se han ido abriendo comercialmente a los países árabes y de Oriente Medio [12]. Con inevitables consecuencias políticas. El 3 de octubre de 2012, en la tercera cumbre, la declaración final de 70 puntos, conocida como "Declaración de Lima", apoyará en particular "el derecho del pueblo palestino a su independencia y soberanía y a vivir dentro de fronteras reconocidas y soberanas".
En el plano económico, Venezuela y Ecuador (hasta 2020 en el caso de Quito) han allanado en gran medida el camino manteniendo un diálogo permanente con sus socios árabes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Con los acuerdos de libre comercio ya en vigor con Egipto, Palestina y próximamente Líbano, los países del Mercosur, y sobre todo Brasil, abastecen casi el 20% de las necesidades alimentarias de los países de Oriente Medio. Las exportaciones latinoamericanas a la región alcanzaban los 28.000 millones de dólares en 2019 ; las exportaciones de Oriente Medio a América Latina (gas, petróleo y derivados) se elevan a 12.000 millones de dólares [13].
Añádase a esto una serie de factores tan diversos como la reafirmación de Brasil en su papel de potencia emergente, la búsqueda de un mundo multipolar en compañía de nuevos socios (China, Rusia, Irán, etc.), la necesidad de Chile de contar con su comunidad palestina, la indignación no fingida, a diferencia de la de Estados Unidos y los europeos, ante la colonización de los "territorios" y el castigo colectivo infligido a los 2,2 millones de habitantes de Gaza, y se comprenderá este punto de inflexión.
A medida que pasan los días, los muertos se suman a los muertos en el infierno de Gaza (más de 37.000 muertos en el momento de escribir estas líneas). En un momento en que el presidente Joe Biden califica de "indignantes" las órdenes de detención solicitadas contra Netanyahu, su ministro de Defensa Yoav Gallant (y tres responsables de Hamás) por la CPI, en que Emmanuel Macron disuelve la voz de Francia (antes de disolver la Asamblea) al abogar por el reconocimiento de un Estado palestino "en un momento útil" y no "emotivo" (es decir, hasta que las ranas tengan pelo), la izquierda latinoamericana persiste. Lula, que ha destituido al embajador de Brasil en Israel, ha anunciado que no nombrará a nadie para sustituirle. El boliviano Luis Arce insta a la comunidad internacional a actuar para "detener el genocidio". Venezuela fustiga a la llamada "comunidad internacional". La Colombia de Petro anuncia la apertura de una embajada en Ramala y, desafiando sus intereses económicos, suspende sus exportaciones de carbón a Israel, del que es el principal proveedor, alegando que el mineral es un "recurso estratégico para la fabricación de armas, la movilización de tropas y la fabricación de suministros para operaciones militares". Todos denuncian la apatía cómplice de Estados Unidos y la Unión Europea en Oriente Próximo.
Esta firmeza es tanto más comprensible, por no decir legítima, cuanto que la propia izquierda "latina" ha sido víctima del Estado israelí y de su papel de auxiliar del Tío Sam cuando éste quiere pasar desapercibido.
Carne y uña con las dictaduras
Ecuador, 1960: José María Velasco Ibarra se atreve imprudentemente a usar una retórica antiimperialista e incluye a "izquierdistas" en su gobierno; el 8 de noviembre de 1961, es derrocado por el ejército; el vicepresidente Carlos Julio Arosemena le sustituye; Arosemena es también un "comunista peligroso", por lo que mantiene relaciones diplomáticas con Cuba; es depuesto el 11 de julio de 1963 por el alto mando de las fuerzas armadas; una junta toma el poder... ¿hacia dónde volcarse? Para contrarrestar la influencia de La Habana, el "mal absoluto", el gobierno estadounidense alienta a los israelíes a popularizar sus programas de acción cívica en América Latina. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) financia estos programas. ¡Vamos! La Academia Militar ecuatoriana envía a sus jóvenes a formarse en Israel. Se establecen vínculos. Estos vínculos se refuerzan en 1972, tras otro golpe de Estado. Entre 1973 y 1976, Tel Aviv entrega armas, explosivos y municiones por valor de 200 millones de dólares al régimen militar del general Rodríguez Lara. Asesores israelíes entrenan las fuerzas de represión.
En 1969, el Mossad israelí y la dictadura de Alfredo Stroessner concluyeron lo que podría llamarse un "acuerdo de libre comercio": 60.000 palestinos, por definición "no comunistas", debían ser trasladados a Paraguay en un período de cuatro años [14]. Asunción recibiría 33 dólares por cada palestino desembarcado, así como 350.000 dólares para cubrir los gastos de acogida de 10.000 personas. Por diversas razones, este proyecto de deportación fracasó - pero "la intención es lo que cuenta", comentaran los observadores sagaces.
Desde 1973, el Ministerio de Defensa israelí fomenta activamente la venta de armas en el extranjero. En América Latina existen buenos clientes potenciales. En 1974 comenzaron las entregas al Chile del general Augusto Pinochet. Estos suministros aumentan considerablemente cuando, tres años más tarde, el presidente demócrata Jimmy Carter condicionó la concesión de ayuda económica y militar al respeto de los derechos humanos e, indignado por estas exigencias, el dictador chileno rechaza toda ayuda estadounidense. Radares, misiles, barcos, aviones, armas ligeras y bombas de racimo: sin el menor reparo Israel se hace cargo inmediatamente.
De visita en Santiago en 1978 para firmar nuevos contratos, el General Mordechai Gur, Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), sostuvo que "las acusaciones generalizadas de tortura y asesinato contra el régimen chileno son falsas". También en una gira por Chile en 1984, el ministro israelí de Comunicaciones, Amnon Rubinstein, sostiene que la imagen de Chile, al igual que la de Israel y los "terroristas palestinos", está "distorsionada por los medios de comunicación". Estas relaciones privilegiadas continuaron desarrollándose hasta 1990.
Entre 1976 y 1983, la cercana dictadura argentina de Jorge Rafael Videla y sus sucesores -30.000 muertos y desaparecidos- compró el 95% de sus armas a Israel.
En Centroamérica
Este es el momento en que más al norte, Centroamérica se levanta contra sus tiranos. En Nicaragua, donde la represión sangrienta es un tanto ostentosa, un embargo decretado por Jimmy Carter -otra vez él- impide cualquier entrega de armas. Sin embargo, Washington no pretende favorecer la victoria de los guerrilleros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Mientras se libran las últimas batallas, Carter busca una alternativa a la dictadura, pero sin los sandinistas. Así que David Marcos Katz, representante en Centroamérica de Israel Military Industries (IMI), organiza grandes entregas de fusiles Galil. Los suministros israelíes a la Guardia Nacional no se interrumpen sino hasta quince días antes de que Somoza y su clan huyan a los Estados Unidos.
Con los sandinistas en el poder y Ronald Reagan en la Casa Blanca, la lucha contra "los rojos" se reanuda en serio, en forma de "conflicto de baja intensidad". Organizados, estructurados, entrenados y financiados por Washington, los "contras" -contrarrevolucionarios reclutados entre los restos de las fuerzas somocistas- hostigan a la joven revolución desde los territorios de Honduras y Costa Rica. El 7 de diciembre de 1982, durante una visita a Tegucigalpa, Ariel Sharon, entonces ministro de Defensa israelí, se reune con la cúpula de la "contra". Las partes acordaron canalizar las armas que Israel va a suministrar a los "contras" a través de Honduras. Además de vender material bélico a las dictaduras de El Salvador y Guatemala, International Security and Defense Systems (ISDS), empresa dirigida por el ex agente del Mossad Leo Gleser, ayuda a adiestrar a estos "contras" que, evitando el enfrentamiento con las tropas sandinistas, sabotean la infraestructura económica y siembran el terror entre la población.
En noviembre de 1986 estalla uno de esos escándalos por los que los Estados Unidos ya se han hecho famosos: el Irán-Contragate. Para volver a entablar relaciones con los moderados iraníes y conseguir la liberación de ocho rehenes estadounidenses retenidos en Beirut, Reagan acepta vender armas al Irán de Jomeini, que en aquel momento se encuentro sometido a un embargo. Para ello, recurre a su amigo Israel. Tel Aviv considera al Irak de Saddam Hussein como su "principal enemigo" y se mantiene en contacto con Teherán. Es a través de este canal que se realizan en secreto dos entregas en 1985. El teniente coronel Oliver North, ex miembro de la guerra secreta de Vietnam y ahora miembro del Consejo de Seguridad Nacional, invierte las sumas recaudadas en un fondo secreto en Israel. Poco después, esos 36 millones de dólares son igualmente desviados en secreto para financiar la guerrilla antisandinista que, desde noviembre de 1984, el Congreso estadounidense se ha negado a seguir subvencionando [15].
En el momento de hacer el balance, esta guerra sucia de la "contra" se habrá cobrado 57.000 víctimas, entre ellas 29.000 muertos, a los que hay que añadir los 30.000 asesinados en la lucha contra Somoza.
La política de Israel, que se extiende, se expande y se desborda, no despierta simpatías. A principios de 1979, Ernesto Liebes, cónsul honorario de Israel en San Salvador y miembro destacado de la comunidad judía local, es secuestrado y asesinado por "terroristas" de las Fuerzas Armadas de la Resistencia Nacional (FARN). "Fue tratado como criminal de guerra por su papel en la venta de aviones israelíes a las fuerzas armadas salvadoreñas", afirma el líder guerrillero Germán Cienfuegos.
En El Salvador, los yanquis entregaron a las fuerzas armadas un millón de dólares diarios para aplastar a la guerrilla. Israel entregó material de guerra y envió asesores.
Guatemala convertida en infierno...
Desde el golpe de Estado organizado por la CIA en 1954 para derrocar al presidente democráticamente elegido, Jacobo Árbenz, Guatemala ha perseguido sistemáticamente a sus opositores. Este estado de cosas no impide en absoluto que Israel ofrezca ayuda militar desde 1971. En 1975, suministre al Estado terrorista aviones Arava y diversos tipos de armamento -cañones y armas individuales- que Estados Unidos ya se negaban a suministrar [16].
Al igual que el EGP antes mencionado, han surgido movimientos armados, agrupados en febrero de 1982 en la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). Desde 1978, bajo la presidencia del general Romeo Lucas García, las fuerzas armadas, asesoradas por expertos estadounidenses e israelíes, aplican un programa de integración forzosa de los indígenas mayas mediante la creación de "aldeas estratégicas", ya experimentado en Vietnam por los estadounidenses, y la eliminación física de los dirigentes. Fueron los israelíes quienes, en 1980, reequiparon completamente al ejército guatemalteco con fusiles Galil. El jefe del Estado Mayor bajo la presidencia de su hermano, Benedicto Lucas García, un notable innovador en la tortura infantil, describió "al soldado israelí [como] un modelo y un ejemplo para nosotros". Los militares guatemaltecos sentían una admiración sin límites por la actuación del ejército israelí durante la invasión del Líbano en 1982.
Los elogios llegaban de todas partes. En marzo de 1982, un peligroso demente y miembro activo de una secta evangelista cuya misión es salvar a Occidente, el general Efraín Ríos Montt, nuevo presidente de la junta militar, declara a un periodista del diario español ABC que el éxito de su golpe "se debe a que muchos de nuestros soldados fueron entrenados por los israelíes". Un año después, en el programa Evening News de la CBS, Dan Rather explica que las armas y los métodos israelíes utilizados en Guatemala funcionaban tan bien porque habían sido "probados con éxito en Cisjordania y Gaza (...)".
En 1981, fue Benedicto Lucas García quien presidió la inauguración de una "escuela de electrónica" diseñada y financiada por Israel. Destinada a apoyar al servicio de inteligencia, el siniestro G-2 -especialista en torturas, asesinatos y "desapariciones"-, la instalación albergaba un sistema informático que permitiría registrar sistemáticamente al 80% de la población. Gracias a los ordenadores israelíes, en menos de un año el ejército guatemalteco descubrió y destruyó una treintena de escondites de organizaciones revolucionarias analizando el consumo nocturno de agua y electricidad en Ciudad de Guatemala.
Además de la construcción de una fábrica de armas en la provincia de Alta Verapaz por parte de Eagle Military Gear Overseas, la ayuda israelí forma parte de un programa de pacificación rural que, según su responsable, el coronel Eduardo Wahlero, se inspira directamente en el "Programa Nahal" - "Jóvenes Pioneros Combatientes"-, destinado a formar a jóvenes israelíes en técnicas agrícolas para instalarlas en los asentamientos de Cisjordania.
Cuando el conflicto armado en Guatemala llegó a su fin en 1996, el número de muertos ascendió a 200.000 y 450.000 personas se exiliaron a México. Se ha establecido que más del 90% de las víctimas civiles, casi todas indígenas, fueron asesinadas por el ejército o los paramilitares de las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC). En 2013, Ríos Montt fue condenado por "genocidio y crímenes contra la humanidad" (aunque la Corte de Constitucionalidad de Guatemala anuló posteriormente el juicio). Los cómplices extranjeros de este etnocidio nunca han rendido cuentas.
Perros de guerra en Colombia
"¡Un día, el ejército y el gobierno israelíes nos pedirán perdón por lo que sus hombres hicieron en nuestro país!" Cuando el presidente Gustavo Petro arremete contra el gobierno de Netanyahu en un tuit (X) el 15 de octubre de 2023, mientras caen las bombas que destrozan Gaza, todo el mundo entiende a qué y a quién se refiere.
La colaboración de Israel con la oligarquía colombiana viene de muy atrás. Israel Aircraft Industries (IAI), empresa estatal fundada en 1953 por Shimon Peres y Al Schwimmer, ya tenía contratos con Colombia a finales de los años 70 para el mantenimiento de sus Mirage 5 [17]. Más tarde, IAI amplió su influencia suministrando fusiles Galil, morteros Soltan y, sobre todo, aviones de combate KFIR.
Desde los años sesenta, provocado por las desigualdades sociales, un conflicto atroz y aparentemente interminable asola el país. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ANL), los dos principales grupos guerrilleros, mantienen a raya al Estado. Virgilio Barco llega a la Casa de Nariño (la presidencia) en 1986 y busca un especialista en "contrainsurgencia". Lo encuentra en Rafael "Rafi" Eitan, antiguo agente del Mossad y del Shin Bet (inteligencia interior), que fue adjunto de Ariel Sharon en los años setenta y luego consejero de seguridad nacional del primer ministro Isaac Rabin. Su principal logro dentro del Mosad fue dirigir la misión que capturó a Adolf Eichmann en Buenos Aires en 1960 y lo trajo de vuelta a Israel para ser juzgado. Eitan llegó discretamente a Bogotá el 7 de agosto de 1986. Tras una primera reunión en el palacio presidencial, igual de secreta, recorrió el país acompañado de socios colombianos -la empresa estatal Ecopetrol estaba financiando la misión por debajo de la mesa-. Al final de esta gira, el israelí presentó sus primeras recomendaciones al mando militar.
A finales de agosto comenzó el plan "Baile Rojo", una macabra estrategia para exterminar a un partido, la Unión Patriótica (UP), antítesis de una organización nazi. La existencia de este partido, nacido de un acuerdo de alto el fuego firmado el 28 de marzo de 1984 entre el gobierno del conservador Belisario Betancur y las FARC, ofrecía la perspectiva del retorno de los insurgentes a la democracia y del fin del conflicto armado. Considerado por la extrema derecha colombiana como el caballo de Troya de la guerrilla, el movimiento vio cómo 5.733 de sus miembros eran asesinados o "desaparecían" (según un informe de la Justicia Especial para la Paz publicado el 22 de abril de 2022) [18].
Eitan siempre ha tratado de mantener sus actividades en la discreción. Desgraciadamente para él, su papel de consejero no oficial del presidente Barco fue revelado por el diario colombiano El Espectador el 1 de febrero de 1987, y de nuevo el 3 de septiembre de 1989 por el Washington Post [19]. La revista israelí Makor Rishon reveló que había desempeñado un papel central en la compra de veinte aviones de combate KFIR.
Eitan tuvo una muerte feliz en marzo de 2019 en Tel Aviv a la edad de 92 años, elogiado por formadores de opinión de todas las nacionalidades.
El 22 de octubre de 1984, en el Magdalena Medio, Puerto Boyacá se proclamó "primera fortaleza antisubversiva de Colombia". De hecho, en un corto periodo de seis años, este puerto pegajoso a orillas del río Magdalena se convierte en una especie de "república anticomunista independiente" [20]. En 1987, el ministro colombiano de Justicia, José Manuel Arias Carrizosa, ha sumido la presidencia de la Asociación de Productores de Banano (Augura), que busca la forma de impedir que la guerrilla marxista afectara a las actividades de las grandes plantaciones. Para ello, Carrizosa se pone en contacto con el teniente coronel israelí Yitzhak Shoshani. Director de la empresa oficial israelí ISREX, Shoshani lleva años suministrando tecnología militar a Colombia. Shoshani sugiere reclutar a un tal Yair Klein, antiguo miembro de los grupos de asalto del ejército israelí y comandante de un batallón de infantería durante la invasión del Líbano en 1982. Tras abandonar las FDI con el grado de coronel, Klein ha fundado Hod He’hanitin (Spearhead Ltd), una empresa de seguridad privada.
Klein desembarca legalmente en el aeropuerto El Dorado de Bogotá a finales de 1987 con un "visado de trabajo". Es recibido por Shoshani y Ariel Otero, un antiguo teniente del ejército colombiano que se había convertido en el jefe de los paramilitares en Puerto Boyacá. Otros cuatro mercenarios israelíes formaban parte de la expedición: Abraham Tzadaka, Amatzis Sheuli, Terry Melnyk y Yaakov Brine. Tras pasar por Cartagena, se entabla contacto en el lugar con todo un grupo nebuloso: los dirigentes de la Asociación de Agricultores y Ganaderos del Magdalena Medio (ACDEGAM); funcionarios del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS); el coronel Luis Bohorquez Montoya, comandante del Batallón Barbula de Puerto Boyacá; el capitán Marco Mendieta Sierra, ex comandante de la Policía local; los jefes de la XIV Brigada, destacada en la cercana localidad de Puerto Berrío; los grupos de autodefensa que surgieron con su complicidad; el propio Carlos Castaño, fundador de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), la más atroz de las organizaciones paramilitares (70.000 muertos y más de tres millones de desplazados entre 1985 y 2005).
El contacto con Castaño se produce de forma natural. En 1983, como lo cuenta en sus memorias [21], estudió durante un mes en la Universidad Hebrea de Jerusalén y pasó doce meses en un curso de contrainsurgencia llamado "562" con instructores israelíes. "Allí me convencí de que era posible derrotar a la guerrilla en Colombia. Empecé a ver cómo un pueblo podía defenderse del mundo entero. Entendí cómo involucrar en una guerra a alguien que tiene algo que perder, convirtiéndolo en enemigo de mis enemigos. De hecho, copié la idea de las armas de "autodefensa" de los israelíes; cada ciudadano de ese país es un soldado en potencia".
Con Klein, los objetivos a alcanzar están definidos: limpiar la región de la influencia guerrillera martirizando a su base social real o supuesta. Especificados o no (pero implícitos, conociendo el contexto): desplazar a la población campesina y apoderarse de sus tierras para, entre otras actividades más formales vinculadas al "agronegocio", instalar laboratorios de producción de cocaína.
El curso costó a sus instigadores 800.000 dólares. Llamado "Pablo Emilio Guarín Vera", en honor a un iniciador político del paramilitarismo asesinado por... paramilitares, comienza en febrero de 1988 en una "finca", "La Cincuenta", propiedad del narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias "El Mexicano". Durante cuarenta y cinco días, tres grupos de unos treinta "sicarios" se adiestran utilizando las técnicas, equipos y armas más sofisticadas de que disponía el Ejército de Defensa de Israel [22].
Alonso de Jesús Baqueró, alias "El Negro Vladimir", que participó en uno de los cursos y perpetró varios asesinatos entre 1987 y 1989, eufemizó desde la cárcel el papel de su maestro unos años más tarde: "Klein nunca dio consejos sobre cómo llevar a cabo masacres, sino sobre cómo destruir al enemigo y tomar el control de la región [23]". Ha habido matices más convincentes...
Jaime Rueda Rocha, otro ilustre alumno de este grupo, sicario al servicio del narco Gonzalo Rodríguez Gacha, asesinó en 1989 al candidato presidencial del Partido Liberal Luis Carlos Galán, gran favorito en las elecciones. Según un informe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, el arma utilizada por Rueda para este asesinato formaba parte de un lote de 500 ametralladoras fabricadas en Israel y transferidas por Klein "al cartel de Medellín" [24].
Masacres, asesinatos, desplazamientos forzados, uso de explosivos y coches bomba, apropiación sistemática de bienes privados... En una entrevista publicada el 1 de octubre de 1989 por El Espectador, Klein relataba: "En la primera reunión que tuvimos con ACDEGAM y el viceministro, éste nos dijo, con lágrimas en los ojos, que éramos la última esperanza de Colombia. Pregunta del periodista: "¿Qué viceministro?" Sin respuesta. Pero en noviembre de 2012, declarando desde Israel, a través de Internet, como testigo en el juicio contra el ex jefe paramilitar Ramón Isaza, Klein afirmó que durante su trabajo con ellos había recibido apoyo directo del ejército colombiano y de instituciones del Estado e incluso había sido financiado, entre otros, por quien luego sería presidente del país: "No digo el nombre porque ustedes saben perfectamente quién es [25]." No hace falta decir que los oídos de un tal Álvaro Uribe pitaron con fuerza.
Por parte de Israel, tampoco hay ambigüedad. Ante la periodista Olga Behar, Klein relató la respuesta de la ministra de Defensa de su país cuando le informó de su actividad: "Ese es su problema, no nos importa. Según la ley israelí, si vendes pasta de dientes al ejército [colombiano], necesitas nuestra autorización; pero si entrenas a civiles, no es nuestro problema. Es problema de Colombia [26]. En definitiva, resumió Klein en otra ocasión, y este es el punto más importante, sus acciones de entonces fueron "aprobadas por los gobiernos israelí y colombiano".
Como buen perro de guerra, Klein prosiguió sus actividades. Brevemente al frente de una escuela internacional de entrenamiento paramilitar en la isla caribeña de Antigua, a petición del gobierno de Antigua y Barbuda, se encontró, tras algunos "roces", en Centroamérica, en compañía de los "contras". Fiel amigo, organizó desde Guatemala la venta de 3.000 AK-47 a los paramilitares colombianos con Oris Zoller, director de GIRSA, empresa vinculada al ejército israelí. Detenido en Sierra Leona a finales de 1999 por haber suministrado también armas, esta vez de contrabando, al Frente Revolucionario Unido (FRU), financiado por un comercio conocido como "diamantes de sangre", Klein fue encarcelado allí durante dieciséis meses.
En 2001, un tribunal colombiano lo condenó en ausencia a diez años y ocho meses por "instrucción, adiestramiento en tácticas, técnicas y procedimientos militares terroristas, agravados por haber sido cometidos con mercenarios, y concierto para delinquir".
En virtud de una orden de detención de Interpol, Klein fue detenido en Moscú en 2007 y pasó tres años en prisión antes de ser embarcado en un avión con destino a Tel Aviv el 19 de noviembre de 2010. La solicitud de extradición de Bogotá chocó curiosamente con un dictamen del... Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), que, bajo fuertes presiones del gobierno israelí, consideró que la integridad física del mercenario no estaría garantizada en Colombia. Moscú siguio las directrices, y Klein pasa ahora su vejez en Israel que se niega categóricamente a extraditarlo.
La historia de amor entre Bogotá y Tel Aviv obviamente no termina ahí. Entre 2002 y 2006, según cifras oficiales del gobierno de Álvaro Uribe, las importaciones colombianas de material militar israelí se duplicaron, siendo los fusiles Galil y los aviones KFIR los productos predilectos. En esta tierra de masacres y fosas comunes, el ministro de Defensa (y futuro presidente), Juan Manuel Santos, reconoció en 2008 una estrecha cooperación: "El terrorismo se combate ante todo con inteligencia, e Israel nos puede ayudar mucho en este campo". Como ministro, él mismo negoció con su homólogo Shlomo Ben Ami el envío de un equipo de asesores israelíes -tres ex generales, un suboficial y tres intérpretes- para formar a la policía local en "contrainsurgencia".
Tanto con Uribe como con Santos, y luego con Iván Duque, Global CST, controlada por la empresa de aviación militar Elbit, segundo conglomerado de la industria de defensa israelí, desempeña un papel clave en materia de inteligencia. La empresa afirma haber llevado a cabo importantes operaciones como la "Operación Jaque" (2008), que supuso la liberación de Ingrid Betancourt y tres mercenarios estadounidenses que habían caído en manos de la guerrilla, y "Sodoma" (2010), durante la cual fue abatido el jefe militar de las FARC Jorge Briceño (alias "Mono Jojoy").
En abril de 2012, en presencia del ministro de Defensa, Ehud Barak, los dos países firmaron en Bogotá un tratado bilateral de seguridad, calificado de "de gran importancia" en la lucha contra el terrorismo. Durante su visita a Israel (y a los territorios ocupados) al año siguiente, Santos afirmó con toda seriedad que los dos países compartían "muchos principios: el amor a la libertad, la democracia y la paz".
Siempre dispuestos a ayudar...
Cerca de cuarenta empresas de seguridad israelíes operan actualmente en América Latina. En 2009, el Ministerio de Defensa israelí dio luz verde a Global CST para entrenar a las Fuerzas Armadas peruanas, un contrato valorado en 9 millones de dólares anuales. Pero en 2009, fue en Honduras donde la sombra de Israel fue particularmente visible (aunque, como hemos visto, su presencia allí se remonta a los años 70 y 80, cuando libraba una "guerra sucia" contra Nicaragua y grupos armados de oposición en los países vecinos). Cuando Manuel Zelaya logró regresar clandestinamente a Tegucigalpa y refugiarse en la embajada de Brasil (entonces gobernada por Lula) tras ser derrocado por un golpe de Estado y enviado manu militari a Costa Rica, la dictadura utilizó tecnología israelí de vanguardia para intentar desalojarlo: un cañón sónico LRAD ("dispositivo acústico de largo alcance") que emitía un sonido estridente que provocaba un terrible dolor en los oídos.
Una vez consumado el "golpe", para mayor satisfacción de la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, la seguridad del fraudulentamente elegido presidente Porfirio Lobo cayó en manos de la Academia de Seguridad Internacional (ASI), dirigida, como no podía ser de otra manera, por ex oficiales del Mossad.
Lobo fue sucedido en enero de 2014 por Juan Orlando Hernández (JOH), tras unas "elecciones" igualmente confiscadas. En 1991, a la edad de 22 años, pisó Jerusalén como participante en el programa "Mashav" (acrónimo de la Agencia Israelí de Cooperación Internacional para el Desarrollo). En el marco de una diplomacia de influencia, este programa forma gratuitamente a miles de estudiantes extranjeros en medicina, agricultura, tecnología y otros campos. - En los últimos veinte años, Colombia ha enviado el mayor número de becarios a este programa en América Latina.
"Este curso en Israel me dio herramientas prácticas que me han ayudado en mi carrera pública, y espero que otros jóvenes de mi país puedan beneficiarse de los cursos del Mashav como yo lo hice", dice JOH [27].
"Desarrollo", tal vez... ¡Sobre todo, cooperación bélica y represión! Firma de un acuerdo para la formación de "inteligencia militar" en mayo de 2011. En 2016, JOH, que se presentaba como el paladín de la lucha contra el narcotráfico, fue reelegido violando la Constitución, que se lo prohíbe. Al mismo tiempo, Tegucigalpa y Tel Aviv firmaron un nuevo acuerdo bilateral para atender la necesidad de "incrementar las capacidades de defensa y seguridad del país". En reconocimiento a ello, JOH inaugurará la nueva embajada de Honduras en Jerusalén el 24 de junio de 2021. Varias empresas de seguridad israelíes operan en el país: Alfacom, Intercom, International Security and Defense Systems, Security and Intelligence Advising. Todo iba bien, en el mejor de los mundos, hasta que en 2022, al final de su segundo mandato, Estados Unidos, que ya no lo necesitaba o consideraba que había ido "un poco demasiado lejos", exigió la extradición del ahora ex presidente Hernández y en marzo de 2024 lo declaró culpable de narcotráfico, por lo que se enfrentaba a cadena perpetua [28]. Durante todos estos años de estrecha colaboración, los "reyes de la inteligencia" hebreos (al igual que los poderes fácticos de Washington) no se habían dado cuenta de nada, por supuesto.
Entre 2009 y 2014, fue una empresa de seguridad israelí la que entrenó a las unidades del anillo de seguridad del presidente panameño Ricardo Martinelli (Servicio de Protección Institucional; SPI). En Perú, Alejandro Toledo (2001-2006) desconfiaba supuestamente de los oficiales de su ejército nacional por su implicación en el gobierno dictatorial de Alberto Fujimori, los apartó de la seguridad del palacio presidencial y, aconsejado por el empresario peruano-israelí Josef Maiman, confió la responsabilidad al ex militar israelí Avraham "Avi" Dan On. Además de sus funciones oficiales, Dan On trabajó entre bastidores para eludir las licitaciones y favorecer la compra de armas a Point Trading Group, filial de Israel Military Industries (IMI). Otras empresas metidas en ese pantano son Gilat Satellite Network y ELTA Systems, filial de Israel Aircraft Industries.
Dan On terminó su brillante carrera peruana comprometido en un escándalo que luego llevó a la condena de Toledo: actuó como intermediario con representantes de la firma brasileña Odebrecht para la adjudicación del proyecto de la Carretera Interoceánica, una conexión entre la costa peruana y Brasil, a cambio de un soborno de 20 millones de dólares. Perseguido por la justicia del país andino, Dan On puede contar afortunadamente con Israel, que, como de costumbre, se niega a extraditarlo.
Durante la administración de la gobernadora María Eugenia Vidal (2015-2019), una estrecha colaboradora del presidente neoliberal Mauricio Macri que ha sido apodada "la Margareth Thatcher argentina", un contingente especial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires denominado "Grupo Halcón" fue enviado durante quince días a los territorios palestinos ocupados para ser entrenado en prevención, disuasión, planificación y ejecución de intervenciones, así como en la preparación física y mental de "policías de élite". En 2018, en Santiago, bajo la presidencia de Sebastián Piñera, los ejércitos israelí y chileno firmaron nuevos acuerdos de cooperación en materia de formación militar, métodos de entrenamiento y mando.
Podríamos resumir esta larga pero incompleta lista con una observación: en todas partes, asociado al "bazar de la violencia", Israel sirve a la derecha, democrática o no; en todas partes, Tel Aviv actúa como auxiliar de Washington, en pensamiento, palabra, acción y... sin omisión.
Desde 1992, Israel ha votado sistemáticamente, junto a Estados Unidos, en contra de todas las resoluciones de la Asamblea General de la ONU que denuncian el embargo estadounidense contra Cuba.
El 7 de enero de 2009, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí reaccionó tras la ruptura de relaciones diplomáticas por parte de Chávez: "Se trata de una decisión brutal, que no honra a Venezuela ni a su pueblo, y que refleja las alianzas que los dirigentes venezolanos han establecido con islamistas y terroristas". Inmediatamente después, Palestina firmó sus tres primeros acuerdos de cooperación universitaria, económica y comercial con Venezuela. En 2014, el presidente Maduro rubricó un pacto de cooperación energética y recibió al primer contingente de 119 jóvenes palestinos para estudiar medicina integral en la Escuela Salvador Allende de Venezuela.
Entonces como ahora, el arma letal entra en acción. El 24 de diciembre de 2005, el Centro Simon Wiesenthal truncó y manipuló a sabiendas un discurso navideño de Chávez con el fin de unir a su nombre la mancha del "antisemitismo". Sin la menor vacilación, Jean-Hébert Armengaud en Libération y Rebecca Manzoni en France Inter, por citar sólo algunos, transmitieron la "información" [29]. Muchos de sus colegas del Ministerio de Propaganda utilizarían el mismo lenguaje, unos veinte años más tarde, para demonizar a France Insoumise (LFI) y desprestigiar a Jean-Luc Mélenchon.
Mientras tanto, cuando en 2019 el opositor Juan Guaidó, por orden del gobierno de Donald Trump, se autoproclamó presidente de Venezuela, Israel le abrió una embajada en Tel Aviv. El 22 de junio de 2020, al tiempo que exigía la intensificación de las sanciones y la intervención militar contra la República Bolivariana, la «ultra» María Corina Machado, ahora presunta líder y mártir de la oposición venezolana [30], firmó un acuerdo de cooperación con el Likud de Netanyahu. Basada en los "valores occidentales" y la "libertad y la economía de mercado", la agenda política se centró en avanzar en temas relacionados con la "estrategia, la geopolítica y la seguridad".
También en la mira, Cristina Fernández de Kirchner (CFK). Conectada como su marido Néstor (fallecido en octubre de 2010) con la ola progresista que transformó América Latina y dejó histérico a Washington, dio un giro radical a la diplomacia argentina, tradicionalmente marcada por su cercanía a Estados Unidos e Israel. En el pasado, Argentina ha estado marcada por ataques atribuidos (sin ninguna prueba definitiva) a Hezbolá y/o Irán, contra la Embajada de Israel en 1992 y, posteriormente, en 1994, con un saldo de 85 muertos, a la Asociación Mutual Israelí Argentina (AMIA). Tras firmar un pacto con Teherán en 2013 para levantar acusaciones contra sospechosos iraníes, a cambio de un petróleo barato, CFK se vio envuelto en el infame «Top 10 del antisemitismo» creado por el Centro Simon Wiesenthal (CSW). Desde entonces, la hostilidad hacia ella de la muy pro-israelí Delegación de Asociaciones Israelíes Argentinas (DAIA) nunca se ha desmentido.
Lejos de representar a todos los judíos del país, la misma DAIA ejerce «en su nombre» una presión política permanente sobre la sociedad argentina. Así, el 10 de diciembre de 2021, en el marco del «Día de la Declaración Universal de los Derechos Humanos» y del festival «Democracia para siempre» organizado por el poder peronista, denunció la presencia de la Orkesta Popular San Bomba, y consiguió que la censurara el poco consistente gobierno del Presidente Alberto Fernández cuando era invitado al acto. ¿Por qué recurrir a la «cancel culture» (cultura de la anulación)? El grupo musical es el autor e intérprete de una canción titulada «Cumbia Palestina», presentada en su página de Facebook: «La Cumbia Palestina es un rayo de esperanza que damos con amor y solidaridad a todo el pueblo palestino. Con música y letra (...) nos enorgullecemos de decir en voz alta que «Las voces del pueblo no son silenciadas / Ni con leyes, ni con balas / Con la fuerza de un volcán, existes / Y gritamos alto y claro: Palestina se resiste» [31].
¡Cataplum! Uno siempre es traicionado por los suyos. Ahora, como parte de su cruzada por el adelgazamiento del estado, el nuevo presidente Javier Milei ha cerrado el Instituto Nacional Antidiscriminación (INADI). Por extraño que parezca, los líderes de la DAIA, hasta ahora bastante partidarios del «anarcocapitalismo», han reaccionado. Hace casi tres décadas DAIA, junto con otras organizaciones, ayudaron a crear el instituto. Afortunadamente para Milei, otra organización judía es mucho más complaciente. En efecto, el Centro Simon Wiesenthal está de acuerdo con la evaluación del Gobierno según la cual el INADI «no cumplía las funciones para las que había sido creado», añadiendo que la lucha contra las discriminaciones «seguiría siendo una prioridad del Gobierno [32]». Conociendo la extrema sensibilidad de este presidente de extrema derecha uno se puede sentir tranquilo...
Cínicamente mantenida, la confusión entre "antisionismo" (o incluso la simple defensa de los derechos de los palestinos) y "antisemitismo" le da un aspecto respetable a un proceso injusto cuya sentencia se conoce de antemano. Al igual que ayer CFK, y como hoy Santos y muchos otros, el destacado líder comunista chileno Daniel Jadue, alcalde de Recoleta [33], ex precandidato presidencial, también recibió los honores del CSW, que el 29 de diciembre de 2020, desde Los Ángeles (California), lo colocó en el "Top10 de los peores antisemitas del año 2020": « Jadue, miembro del Partido Comunista, es una personalidad nacional y se menciona como un futuro presidente potencial. Utilizando fondos municipales para financiar actividades a favor de BDS [boicot, desinversión, sanciones] y contra Israel, el alcalde Jadue apunta a la comunidad judía con calumnias perniciosas que recuerdan los Protocolos de los Sabios de Sión. »
Por otra parte, Jadue, hijo de inmigrantes palestinos, fue presidente de la Unión General de Estudiantes Palestinos y coordinador de la Organización de la Juventud Palestina en América Latina y el Caribe. Una buena base para descalificarlo... [34]. Pero...
"Vengo de una familia judía y estoy orgullosa de mis abuelos y padres, escribía en 2009, para expresar su "horror" por el bombardeo israelí en Gaza, una tal Claudia Sheinbaum... elegida presidenta de México el 2 de junio pasado. « Mi abuela paterna, exiliada de Lituania por razones económicas y raciales, llegó a México con una parte de su familia en la segunda década del siglo XX. Mi abuelo paterno llegó en esa misma época, también exiliado de Lituania, por razones políticas y raciales: era judío y comunista. (...) Muchos de mis parientes de esta generación han sido exterminados en los campos de concentración. (...) Es por eso que, y porque me siento ciudadana del mundo, comparto con millones de personas el deseo de justicia, igualdad, fraternidad y paz, y no puedo sino ver con horror las imágenes del bombardeo del Estado israelí en Gaza... Ninguna razón justifica el asesinato de civiles palestinos... Nada, nada, nada puede justificar el asesinato de un niño. Por esta razón, me sumo a los gritos de millones de personas en todo el mundo que piden un alto el fuego y la retirada inmediata de las tropas israelíes del territorio palestino. Como dijo Alberto Szpunberg, poeta argentino en una carta reciente: «De eso se trata: salvar un mundo, ese mundo único y angustiado en el que vivimos todos, que pertenece a todos y que hoy se llama Gaza» [35].
Desde los sucesos del 7 de octubre, al igual que sus homólogos y el pueblo de la izquierda latinoamericana, Sheinbaum condenó los ataques contra civiles, pidió un alto el fuego y afirmó su apoyo a una solución de doble vía. El 10 de mayo de 2024, la Asamblea General de las Naciones Unidas no dijo otra cosa al respaldar una resolución a favor de la admisión del Estado de Palestina como Miembro de pleno derecho de la ONU. Adoptada por 143 votos a favor, 9 votos en contra (Argentina, Estados Unidos, Hungría, Israel, Micronesia, Nauru, Palaos, Papúa Nueva Guinea, República Checa) y 25 abstenciones, la resolución recomienda que el Consejo de Seguridad “reconsidere favorablemente” esta cuestión, tras el inevitable veto que le opuso Estados Unidos el 18 de abril.
¿ONU antisemita?
- Grand collier de l’Etat palestinien remis au président Gustavo Petro par l’ambassadeur de la Palestine en Colombie, Riyad Al Malki, le 3 juin 2024.
[1] Según un balance elaborado por la Agence France Presse (AFP) basado en las últimas cifras oficiales disponibles el 1 de febrero de 2024.
[2] https://arretsurinfo.ch/nous-ne-savion-pas-dira-ils/
[3] El 29 de noviembre de 1947, las flamantes Naciones Unidas dividieron Palestina, entonces bajo mandato británico, en tres entidades (resolución 181): un Estado judío, un Estado árabe y Jerusalén (bajo mandato internacional).
[4] En 1948: Nicaragua, Costa Rica, Uruguay, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Venezuela. En 1949: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Perú, Ecuador y México. En 1950: Haití.
[5] https://revistaraya.com/colombia-el-israel-de-america-del-sur.html
[6] En esta misión también participan Australia, Canadá, Fiji, Francia, Hungría, Italia, Nueva Zelanda, Noruega, Estados Unidos, Uruguay, Países Bajos y la República Checa.
[7] Seis días después del golpe de Estado de 1973 que derrocó a Salvador Allende y a la Unidad Popular en Chile, el Comité Representativo de la comunidad judía envió una carta de felicitación a la nueva Junta de Gobierno.
[8] Entre 1860 y 1914, una primera oleada de alrededor de 1,4 millones de personas de origen sirio-libanés huyó del Imperio Otomano para establecerse en América. Contando con muchos palestinos, la segunda ola comenzó en la década de 1920.
[9] Según cifras publicadas por las autoridades libanesas en 2018.
[10] Los estados insulares caribeños de Barbados, Jamaica, Trinidad y Tobago y las Bahamas lo reconocieron en 2024.
[11] El Estado de Israel distingue la “nacionalidad” (judía, árabe, drusa, etc.) de la “ciudadanía” israelí. En 2023, había aproximadamente 1.960.000 palestinos en Israel (también conocidos como “árabes israelíes”).
[12] ASPA reúne a doce países sudamericanos y veintidós países del mundo árabe.
[13] Christophe Ventura, Geopolítica de América Latina, Ediciones Eyrolles, París, 2022.
[15] Esta decisión fue provocada por el descubrimiento de un Manual de Sabotaje, elaborado por la CIA para uso de los “contras”, y que, entre otras diversiones, aconseja “neutralizar” a las autoridades civiles.
[16] Ignacio F. Klich, “Las elecciones de Jerusalén en Centroamérica”, Le Monde Diplomatique, octubre de 1982.
[17] Inspirado en el Mirage III, un avión de combate supersónico francés que había sido un elemento esencial de la victoria israelí durante la Guerra de los Seis Días en 1967, el Mirage 5 fue diseñado a finales de los años 1960 por la compañía Dassault en el Solicitud especial de la Fuerza Aérea Israelí. Ninguno de los cincuenta aviones encargados fue entregado a Tel Aviv. Después de que el general De Gaulle impusiera un embargo de armas a Israel, el Mossad logró obtener casi todos los planos del Mirage 5, Israel Aircraft Industries los utilizó para desarrollar la industria aeronáutica local produciendo primero el Nesher (que causó estragos durante el Yom Kippur). Guerra de 1973), luego un nuevo avión denominado Kfir (Cachorro de León en hebreo), que posteriormente equipó a la Fuerza Aérea Colombiana, entre otros.
[18] Entre las víctimas, dos candidatos presidenciales, ocho congresistas, trece diputados, once alcaldes, setenta concejales municipales.
[20] Carlos Medina Gallego, Autodefensas, paramilitares y narcotráfico en Colombia, Editorial Documentos Periodísticos, Bogotá, 1990.
[21] Mauricio Aranguren Molina, “Mi confesión. Carlos Castaño revela sus secretos”, Editorial Oveja negra, Bogotá, 2001.
[22] Guido Piccoli, El sistema del pájaro. Colombia, paramilitarismo y conflicto social, Instituto Latinoamericano de Servicios Jurídicos (ILSA), Bogotá, 2005.
[23] https://tramas.ar/2023/11/19/israel-la-motosierra-y-las-masacres-paramilitares-en-colombia/
[27] https://bdscolombia.org/wp-content/uploads/2018/11/El-militarismo-israel-en-Am%C3%A9rica-Latina.pdf
[28] Leer “Honduras: del golpe de Estado al narco-Estado”, 22 de abril de 2022 – https://www.medelu.org/Honduras-du-coup-d-Etat-au-narco-Etat
[29] http://www.acrimed.org/rubrique355.html
[30] Ganadora de unas primarias organizadas informalmente por la derecha, Machado no puede presentarse a las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 porque ya ha sido declarada inelegible, debido a sus actividades desestabilizadoras, desde hace mucho tiempo.
[31] https://www.youtube.com/embed/1YaKHUKT_qQ?feature=oembed
[33] Uno de los treinta y siete municipios que conforman el Gran Santiago.
[34] Víctima de una explotación de la justicia (“Lawfare”), Jadue acaba de ser encarcelado preventivamente por haber permitido a sus electores acceder a medicamentos a precio de coste, a través de una red de farmacias populares, en detrimento de intereses privados.
[35] https://www.jornada.com.mx/2009/01/12/index.php?section=opinion&article=002a2cor