La sélection du Monde diplomatique en español

ALGARADA DESARROLLISTA EN UNA ESPAÑA ESCÉPTICA

Atentado en Extremadura

mardi 25 août 2009   |   Pedro Costa Morata
Lecture .

Lanzado a contracorriente en 2004, el proyecto de construir una gigantesca refinería de petróleo en Extremadura ha generado en esa Comunidad un conflicto singularmente pedagógico, constituido de elementos diversificados que van desde lo industrial-ambiental a lo político-empresarial, pasando por lo mediático. Un episodio que retrata una España fuera del tiempo y de lo razonable, que persiste en cultivar los tics desarrollistas y caciquiles, en un entorno pseudo-democrático. Pero también ha dado lugar a una respuesta ciudadana ejemplar, infatigable y convincente.

El proyecto de una refinería de petróleo en Extremadura ha surgido en la España del siglo XXI después de que durante más de 30 años nadie pensara en volver a este tipo de industrias ya que la creciente, aunque oscilante, demanda de productos petrolíferos se ha resuelto ampliando las instalaciones existentes con unidades productivas adicionales. En el rechazo a ese proyecto industrial desmesurado ha influido sobre todo el carácter altamente contaminante de una planta de este tipo, que constituye siempre un foco pernicioso para la salud humana y el medio ambiente.

Esta refinería –“el mayor proyecto industrial de la historia de Extremadura”– une, a su difícil justificación en tiempos en los que se predica insistentemente la reducción del consumo de petróleo, la insensata ubicación en el interior del país, lejos del mar y de todos los centros de consumo. Lo que ha forzado a un específico debate sobre las verdaderas causas de su promoción y sobre la explicación de su respaldo político-mediático.

Semejante proyecto tan difícil de defender, ha vuelto a encender Extremadura (1) en un debate de fondo que saca a flote, inevitablemente, la difícil y tantas veces frustrada tarea histórica de prever un desarrollo armonioso que se base y confíe en los recursos y la vocación propios, así como la incorregible banalidad de la clase política, la del poder y la de oposición, que en materia industrial resulta siempre tan convencional. A la ardua justificación de una instalación de ese tipo en el sitio y el momento seleccionados hay que unir, desde luego, su inmensa capacidad contaminante, que se traduciría en un impacto muy directo y grave en la salud pública : las refinerías son potentes generadores de vertidos a la atmósfera y los ríos, que contienen numerosos y probados compuestos cancerígenos. Y, detalle importante que ilustra también las contradicciones del frívolo discurso por la “sostenibilidad”, esta refinería se convertiría en el principal foco emisor de CO2 de la región, multiplicando las emisiones de este gas y dando un empujón descomunal en sentido contrario a cualquier política de freno al cambio climático. Todo lo contrario a lo que habría que hacer, en resumen.

A la refinería propiamente dicha ha de añadirse el impacto del oleoducto de más de 200 kilometros que la comunicaría con el puerto de Huelva, y que atravesaría una veintena de municipios extremeños y andaluces, lo que ha suscitado un movimiento de protesta imposible de ignorar : esta infraestructura longitudinal afecta, además, a media docena de espacios naturales protegidos, incluyendo el Parque Nacional de Doñana (2). También han surgido reacciones en Portugal, en las comarcas fronterizas del Guadiana, ya que los vertidos de la futura refinería afectarían indirectamente a este río.

Una refinería concebida en el lugar menos indicado, en un momento histórico de enésima crisis del petróleo, contrasta además con una región de altísima calidad ecológica en la que, curiosamente, las únicas industrias de importancia que se ha propuesto instalar han sido –y lo son también en este momento– del tipo pesado y alto impacto medioambiental : papeleras, nucleares, hidroeléctricas, térmicas, etc. El propio Grupo Alfonso Gallardo, promotor de la refinería, está “especializado” en “industrias sucias” como siderurgias y cementeras (3), que es con lo que ha construido su imperio : para completar los designios de ese agresivo dinamismo industrial, que evoca otros tiempos, el empresario Alfonso Gallardo “necesita” desde luego una refinería, cuyo propósito comercial aparentemente oportuno es el de producir gas oil, dada la tendencia al alza en su consumo y su precio.

Desde el principio, este cuadro de despropósitos ha contado con la actitud favorable del Gobierno socialista de Madrid que, por lo que se refiere al Ministerio de Industria y Energía, ha sido incondicional, aunque discretamente reticente por parte del Ministerio de Medio Ambiente.

Frente a este proyecto y sus consecuencias se ha alzado la Plataforma Ciudadana Refinería No (4), cuyo núcleo básico se ha formado en Villafranca de los Barros y que ha estado constituida desde el principio por profesores, profesionales y ciudadanos tranquilos y tenaces, que se han revelado estrategas indomables y resistentes ante la adversidad política e informativa.

Hombres y mujeres progresistas que entienden que defender su tierra de un proyecto agresivo y perjudicial es equivalente, y no menos importante, a luchar por los derechos ciudadanos y políticos. El movimiento ciudadano generado a partir de esa Plataforma ha dado también sus frutos político-electorales, con logros significativos en Villafranca de los Barros (tres concejales de la Agrupación de Electores) y en La Fuente del Maestre (dos concejales del Partido Independiente) ; y aunque esta presencia municipal no resulte decisiva, entre otros efectos positivos está proporcionando en esos pueblos y en toda la comarca de Tierra de Barros un ejemplo de acción política crítica que reivindica y honra la verdadera democracia (tanto más educativa cuanto más grotesco resulta el bloqueo sistemático y global de ambas mayorías, socialistas, a mociones e iniciativas de los concejales críticos).

Además de enfrentarse a una hostilidad feroz por parte del gobierno autonómico y los municipios afectados, donde el dominio socialista es absoluto, la Plataforma es objeto de un generalizado boicoteo informativo. En primer lugar figura la Cadena SER (5), que en esa región hace, indefectiblemente, causa común con el PSOE y sus políticas, concretamente las industrial-ambientales. Porque de la prensa diaria, el veterano Hoy (ahora en el Grupo Vocento) y el más joven El Periódico de Extremadura (Grupo Zeta), portavoces tradicionales y estructurales de las posiciones conservadoras e institucionales, poco se podía esperar, sobre todo teniendo en cuenta que, en gran medida, dependen económicamente de la publicidad de la Junta de Extremadura o de la del Grupo Alfonso Gallardo “el grupo industrial con mayor plantilla y volumen de facturación de Extremadura”, pero lo que resulta más serio y determinante es la presencia hegemónica del Grupo Prisa, que a la SER añade ahí la televisión autonómica pública, Canal Extremadura, cuya concesión recayó, a finales de 2001, en una sociedad con mayoría de este Grupo (50%) y una significativa participación del… Grupo Gallardo (20%).

El Grupo Gallardo ha sabido ganarse al Grupo Prisa hábilmente, conociendo la debilidad de este imperio mediático por el PSOE ; y así, no ha dudado en adquirirle, en 2007, los diarios Odiel (histórico de Huelva, procedente de la antigua cadena del Movimiento), El Correo de Jaén y El Correo de Andalucía (otra institución en Sevilla). Especialmente interesante tuvo que resultarle al grupo Prisa la adquisición de los diarios de Huelva y Sevilla, una vez que el Grupo Gallardo decidió que el oleoducto hacia/desde la refinería arrancaría en el puerto de Huelva y atravesaría numerosos municipios de ambas provincias (6).

Pero el interés del Grupo Gallardo por el control de la opinión pública –proporcional, sin duda, a la preocupación por el porvenir de sus negocios– no se ha limitado a esa alianza, digamos, estratégica, con el Grupo Prisa sino que también ha pretendido comprar, no ya un diario, en este caso El Periódico de Extremadura, sino el propio conglomerado del Grupo Zeta, al que pertenece ese diario (7).

En este complejo hegemónico de poderes, forjado en el triple plano de lo económico, lo político y lo mediático, hay que añadir otro elemento, quizás el más escandaloso por ser el núcleo generador del problema de la refinería y de muchos otros : se trata del económico-político-familiar y está constituido por el empresario Alfonso Gallardo y su sobrino Francisco Fuentes Gallardo, secretario general del PSOE de Badajoz, varias veces diputado y senador y portavoz socialista en la Asamblea autonómica de Extremadura. Como “número dos” de los socialistas extremeños y mano derecha del durante veinte años presidente, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha gozado y goza de enorme poder político e institucional en esa Comunidad. Y con ello se “cierra” el círculo de intereses, con un visible grupo de protagonistas que no tienen nada fácil demostrar que su empeño por la refinería sea sólo el amor a Extremadura.

Puede que sea la usura del poder –además del inevitable rechazo que una instalación tan agresiva ha de generar inevitablemente– lo que ha dado lugar a este movimiento cívico de la Tierra de Barros pacense, que no sólo ha conseguido parar los pies a una potente y compleja alianza, sino que después de más de cuatro años de actividad mantiene la movilización de miles de ciudadanos de todas las edades con continuas asambleas, marchas, manifestaciones y sustanciosas tomas de posición sobre aspectos de la vida extremeña que superan el estricto problema de la refinería.

Con el tiempo, la lucha de la Plataforma Ciudadana Refinería No, ha ido dando frutos innegables, empezando por un retraso considerable en la evolución y tramitación del proyecto, que ya acumula varios años, y logrando que las autoridades ambientales del Ministerio sigan sin emitir la declaración de impacto ambiental, que es preceptiva y que ya ha ocasionado acres reproches de la parte de los líderes socialistas extremeños hacia el Gobierno de Madrid. 

 

© lmd edición en español

 

Notas :

(1) Al modo de la lucha, popular y política, contra la central nuclear de Valdecaballeros (años 1976-83), que finalmente quedó abandonada y a medio construir.

(2) Léase la intervención en el Congreso de los Diputados de Rosa Díez González, diputada de Unión Progreso y Democracia, http://www.upyd.es/fckupload/file/preguntas%20parlamento/medio%20ambiente

(3) Consultése : www.grupoag.es/portada/portada.php

(4) www.plataformarefineriano.es

(5) Sin embargo, en las comunidades en las que gobierna el PP, y por la casi inexistencia de prensa regional progresista, la SER realiza una labor decisiva como portavoz y difusor de las posiciones críticas.

(6) Del Informe Grupo Gallardo (2008), elaborado por la Plataforma Ciudadana Refinería No y la Asociación de Afectados por Gallardo.

(7) En Extremadura, el Grupo Zeta también edita La Crónica de Badajoz, además de El Periódico de Extremadura.





A lire également