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ENTREVISTA A RICARDO ALARCÓN

Cuba y los desafíos del siglo XXI

samedi 31 mars 2012   |   Salim Lamrani
Lecture .

Presidente del Parlamento cubano desde 1992 y miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, Ricardo Alarcón de Quesada es la tercera figura del Estado cubano, después del Presidente Raúl Castro y del Primer Vicepresidente Antonio Machado Ventura. En esta entrevista, Alarcón no rehuye ningún tema. Evoca la reforma del modelo económico y social cubano así como los desafíos que esperan a la nación. Después, Alarcón aborda la cuestión migratoria y las relaciones con Estados Unidos bajo la Administración de Obama. Diserta también sobre la espinosa problemática de los derechos humanos y los presos políticos. Finalmente, la conversación termina con las relaciones con la Iglesia Católica y el Vaticano antes de la visita del Papa Benedicto XVI, y el futuro de Cuba después de Fidel y Raúl Castro.

En abril de 2011, el Congreso del Partido Comunista decidió reformar el modelo económico cubano. ¿A qué se debe este cambio ? ¿En qué consiste exactamente ?

Nos hemos dado cuenta de que debíamos introducir importantes cambios en el proyecto económico y social de nuestro país, con el fin de salvar el socialismo. Tomamos en cuenta factores objetivos de la realidad. El socialismo cubano durante un largo periodo estuvo muy vinculado al socialismo de la Unión Soviética. Desde luego, ya no puede ser así. También resulta necesario tomar en cuenta factores globales presentes en la escena internacional. Por otra parte, conviene rectificar algunos aspectos de nuestro proyecto económico y social, que tenían sin duda un sentido en aquella época en la que se aplicaron, pero ya no se justifican. Algunas políticas que se tomaron en el pasado tenían una explicación coyuntural, pero ya no es el caso.

Tratamos de alcanzar una mejor eficiencia económica, un uso más racional y eficaz de nuestros recursos naturales, materiales, económicos y financieros, los cuales son limitados. Debemos tomar en cuenta los principales factores externos relativos a Cuba, que son las sanciones económicas que nos impone Estados Unidos, y que no han dejado de intensificarse en los últimos años. Conviene también tomar en cuenta las realidades positivas, tales como los cambios importantes ocurridos en América Latina y el Caribe. Tras un análisis de los problemas de la sociedad cubana, una reflexión colectiva al respecto, llegamos a la conclusión de que había que introducir cambios para hacer frente a estas realidades objetivas y también porque estamos convencidos de que hay una mejor manera de proceder para construir una sociedad más justa.

Hablemos justamente de la cuestión migratoria. ¿Por qué existen todavía en Cuba restricciones a la emigración ? ¿Por qué a un cubano que abandona el país durante más de once meses se le considera como un ‘emigrante definitivo’ que pierde la mayor parte de los derechos reservados a los residentes permanentes ?

Uno de los temas que estamos debatiendo al más alto nivel del Estado concierne la cuestión migratoria. Vamos a proceder a una reforma migratoria radical y profunda en los próximos meses con el fin de eliminar este tipo de restricción.

Resulta necesario recordar, como preámbulo de esta problemática, que la cuestión migratoria ha sido uno de los temas más manipulados por la política de Estados Unidos. Siempre se ha usado como un arma de desestabilización contra Cuba desde 1959 y como un elemento de distorsión de la realidad cubana. Le recuerdo que la ley de Ajuste Cubano que el Congreso de Estados Unidos aprobó en 1966 aún está vigente. Estipula que todo cubano que abandona –legal o ilegalmente, pacífica o violentamente– el país, consigue automáticamente al cabo de un año el estatus de residente permanente. Usted admitirá que se trata de un formidable factor de incitación a la emigración legal pero sobre todo ilegal. Pues al mismo tiempo, Estados Unidos limita a 30.000 el número de cubanos que pueden emigrar cada año a ese país. La lógica quisiera que la representación diplomática de Estados Unidos en La Habana otorgara una visa a todo candidato a la emigración en virtud de la ley de Ajuste Cubano. No es el caso.

¿Con qué objetivo, según usted ?

Con el objetivo de favorecer la emigración ilegal e instrumentalizar este fenómeno montando una campaña mediática sobre los “pobres cubanos” que tratan de abandonar el país a todo precio. El único país del mundo que se beneficia de una ley de Ajuste por parte de Estados Unidos es Cuba. Por eso no hay ningún cubano en situación ilegal en el territorio americano pues automáticamente a todos se les regulariza. De un lado Estados Unidos vota leyes que criminalizan a todos los inmigrantes de todos los países del mundo, y del otro acogen a los cubanos con los brazos abiertos.

¿Qué otras razones explican el control migratorio por parte de Cuba ?

Conviene recordar también que nuestro país ha sido víctima de una larga campaña de terrorismo desde 1959 hasta 1997, organizada por Estados Unidos. Una parte de la emigración cubana es responsable de miles de atentados terroristas contra nuestra nación, los cuales costaron la vida a 3.478 personas, a las cuales hay que agregar otras 2.099 víctimas con lesiones permanentes… El terrorista y antiguo agente de la CIA, Luis Posada Carriles, autor de más de un centenar de asesinatos de los cuales no deja de vanagloriarse públicamente, todavía está protegido en Estados Unidos cuyas autoridades se niegan a juzgarlo o a extraditarlo. Vive tranquilamente en Miami. Es una realidad que los medios occidentales, no obstante tan prolijos cuando se trata de Cuba, prefieren ignorar.

Pero las cosas son diferentes en la actualidad.

Efectivamente, las cosas han cambiado mucho. Ahora, la comunidad cubana en el exterior constituye el segundo grupo de personas en orden de importancia que viaja a Cuba anualmente. Cerca de medio millón de cubanos instalados fuera de nuestras fronteras nos visitan cada año. La inmensa mayoría de la emigración cubana tiene una relación normal con su patria de origen. Esta nueva realidad nos lleva a una reforma sustancial de nuestra política migratoria. Se deben cambiar algunas reglas y eliminar otras.

Existe también otra explicación a esas restricciones : la necesidad de proteger nuestro capital humano. La formación de médicos, técnicos, profesores, etc., cuesta muy caro al Estado cubano, y Estados Unidos lo hace todo para privarnos de estas riquezas humanas. En 1959, el 50% de los médicos cubanos –3.000– se exiliaron a Estado Unidos donde se les ofrecían mejores condiciones de vida. Existe, desde 2006, una política que adoptó la Administración de Bush titulada The Cuban Medical Program, destinada a privar a la nación cubana de sus médicos incitándoles a emigrar a Estados Unidos. Este programa todavía está vigente incluso bajo la administración de Obama. Tenemos el deber de proteger nuestro capital humano.

Abordemos ahora la relación con Estados Unidos. ¿Cuáles son, desde el punto de vista cubano, las diferencias entre la Administración de Obama y la precedente Administración de Bush ?

La diferencia más notable concierne el estilo, el lenguaje. Barack Obama es un hombre más sofisticado, más culto que Bush. No es un gran elogio de parte mía ya que se puede decir lo mismo de casi todo el mundo. No resulta muy difícil ser más culto que George W. Bush. Si concedemos un cambio formal con respecto a la precedente Administración, no es el caso en cuanto a la sustancia. Recuerdo siempre esta famosa canción Killing me softly with your words. Pues el objetivo de destruir la revolución cubana, de subvertir el orden establecido, de dominar a Cuba como en el pasado, sigue siendo el mismo, con palabras menos agresivas no obstante, con un enfoque más suave.

La Administración de Obama se distinguió fundamentalmente en un aspecto que concierne a la comunidad cubano-americana. Durante su campaña presidencial, Barack Obama viajó a Miami y prometió eliminar las restricciones drásticas que había impuesto la Administración Bush sobre los viajes de los cubanos que vivían en Estados Unidos. Entre 2004 y 2009, los cubanos de Estados Unidos sólo podían viajar a la isla 14 días cada tres años… Obama cumplió su promesa y eliminó esas restricciones.

¿Qué balance hace usted del primer mandato de Obama respecto a Cuba ?

Es un balance que comparten la mayoría de los ciudadanos estadounidenses. El término más justo para caracterizar este sentimiento general sería “frustración”, pues no se ha ubicado a la altura de las expectativas que suscitó su retórica de cambio. Le concedemos no obstante, repito, un enfoque estilístico diferente, más elegante.

En cambio debo decirle que la Administración de Obama ha sido mucho más consistente en la imposición de multas y sanciones a las empresas extranjeras que violan el marco de las sanciones contra Cuba y que realizan transacciones comerciales con nosotros.

¿Está dispuesta Cuba a normalizar las relaciones con Estados Unidos ?

Desde luego. La verdadera cuestión consiste en definir lo que entendemos por “normalización” de las relaciones. Si nos referimos a la legalidad internacional, Cuba está totalmente dispuesta a normalizar sus relaciones, con tal que Estados Unidos nos reconozca y nos trate sobre una base de igualdad, desde un punto de vista jurídico, como es el caso con todos los demás países del mundo. Se trata entonces del respeto de la soberanía y de la independencia. Sobre estas bases, Cuba aspira por supuesto a la normalización de las relaciones con Estados Unidos, lo que es uno de los objetivos históricos de la nación cubana.

Para ello hace falta que Estados Unidos acepte una realidad concreta. Cuba es una entidad separada, independiente y libre que no le pertenece. Le señalo que, en el continente americano, el único país que no tiene relaciones con no­sotros es Estados Unidos.

En 2010, tras un diálogo con la Iglesia Católica y España, Cuba decidió liberar a todos los llamados “presos políticos”. ¿Cómo se explicaba su presencia en la cárcel ?

Todas las personas de las cuales me habla fueron declaradas por nuestros tribunales “culpables de asociación con una potencia extranjera”, a saber Estados Unidos. Aceptaron ser financiadas por Washington para promover un cambio de régimen en Cuba. Es una grave violación del código penal cubano. Le recuerdo que los códigos penales del mundo entero clasifican como “delito” este tipo de actuación. Por ejemplo, está terminantemente prohibido, en Francia, ser financiado por una potencia extranjera con el objetivo de atentar contra los intereses fundamentales de la nación. Es exactamente lo mismo en Estados Unidos.

¿Por qué fueron liberados ?

La Iglesia Católica y las autoridades españolas demostraron que se podía encontrar una solución con las autoridades cubanas si las relaciones se basaban en el diálogo respetuoso. Se trata aquí de un tema humanitario y demostramos que Cuba sabía mostrarse magnánima y generosa, pues le recuerdo que la finalidad de Estados Unidos es acabar con la independencia de Cuba. Si los proyectos subversivos que elaboraron las personas a las que liberamos hubiesen funcionado, Cuba habría ­dejado de ser una entidad soberana e ­independiente. Se cometieron graves delitos, no hay que olvidarlo.

Recordemos que algunas de esas personas fueron liberadas en el pasado por razones de salud, mucho antes del diálogo con el cardenal Jaime Ortega. Ese diálogo fue positivo para beneficio de todos y debemos reconocer que la cooperación del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero fue importante.

¿A qué se debe el acercamiento a las autoridades religiosas ? ¿Cuál es el estado de las relaciones con el Vaticano ?

Las relaciones con la Iglesia Cubana son muy buenas. Los católicos forman parte de la sociedad cubana. Disponen de un espacio que ocupan plenamente. Lo más importante para Cuba es la unidad de la nación en toda su diversidad. Al inicio de la Revolución hubo tensiones y desacuerdos con algunos sectores de la Iglesia, particularmente los sectores extranjeros de la Iglesia, muy ligados a la Falange Española y al régimen franquista, quienes se opusieron al proceso revolucionario. Las cosas son diferentes ahora. La Iglesia Católica es cubana y patriótica. En cuanto a las relaciones con el Estado Vaticano son cordiales ; nunca hubo un problema entre ambos Estados.

¿Qué representa para Cuba la visita del Papa Benedicto XVI del 26 al 28 de marzo ?

Le damos a esta visita mucha importancia pues permitirá desarrollar más nuestras relaciones con el Vaticano. Estamos convencidos de que esta visita, como la de Juan Pablo II en enero de 1998, tendrá un impacto positivo en la sociedad cubana y permitirá reforzar la unidad nacional. En 2012, estamos celebrando el 400 aniversario de la aparición de la Virgen de la Caridad en la Bahía de Nipe. Es un evento muy importante. Hubo muchas procesiones religiosas a través de la isla en 2011. Es un símbolo fundamental para el catolicismo cubano, pero va más allá de este sector, poco importan las creencias religiosas pues se trata también de un símbolo nacional. Saludaremos entonces con mucho agradecimiento la visita de Su Santidad.





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